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Arte e Ideas

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Una nueva casa para las bellas artes

La Universidad Anáhuac estrena instalaciones artísticas.

“El hombre es cuerpo y espíritu y sólo así vive de verdad y se desarrolla con autenticidad, por ello necesita de los cantos y las flores, del arte y de la orquesta, que son expresiones tangentes de su realidad espiritual”, éstas fueron parte de las palabras de Cipriano Sánchez García, rector de la Universidad Anáhuac, durante la inauguración del Centro Cultural Mexiquense Anáhuac.

“El arte es parte del aire que respiramos”, agregó, por ello dijo que lograr que ese símbolo y efecto del espíritu deleite al ser humano, que sea conocido, comprendido y valorado, forma parte de la visión y misión humanista y de la institución a la que él representa.

Este nuevo espacio cultural está integrado por 15,400 metros cuadrados de construcción y supuso una inversión de 400 millones de pesos.

Un centro de vanguardia

El Centro Cultural Mexiquense Anáhuac alberga el teatro Ángel y Tere Losada, con capacidad para 1,300 personas, que cuenta con las mejores características de acústica, isóptica y mecánica teatral de América Latina. Dispone de un proscenio de 20 metros de ancho y 11 de alto, y un foso de orquesta con capacidad para 75 músicos.

También es sede de la Escuela de Artes de la Universidad Anáhuac, dedicada a la memoria de Yitzhak Rabin, Premio Nobel de la Paz 1994, quien dio vida al lema universitario “A la amistad universal de todos los pueblos”.

Durante el acto inaugural, el gobernador del estado de México, Alfredo del Mazo, dirigió unas palabras al público presente.

“Nuestro país es poseedor de uno de los patrimonios artísticos más extensos del mundo, síntesis de nuestro origen prehispánico y legado colonial, sobre el que descansa la fe de nuestro pueblo, y sobre la construcción de una era moderna pujante y que avanza hacia el futuro sin perder su esencia”.

Después del preámbulo, aseguró que este centro se convierte en uno de los espacios más destacados de todo el país para promover el arte y la cultura, “es un gran orgullo tenerlo en el estado de México y ver que este proyecto, que surgió como una idea, hoy es una extraordinaria pieza arquitectónica, un recinto del arte y un espacio para seguir formando valores a las presentes y futuras generaciones”.

Sin embargo, la primera oradora de la noche y quien dio paso al inicio de los festejos, fue Diana Uscanga, alumna de teatro y actuación, que dijo sentirse muy emocionada. “Esta noche es muy especial, la inauguración del centro ha sido un anhelo compartido por alumnos, profesores y artistas que participan en las actividades académicas y las producciones artísticas de la universidad Anáhuac”.

“Habitaremos una nueva casa, este lugar que hemos formado como una familia que comparte una misma pasión y que con el esfuerzo diario busca transformar positivamente la sociedad a través de las artes”.

“Muchas gracias por darnos las condiciones para un mejor futuro, ahora es nuestra responsabilidad sacar el mejor provecho de ello”, concluyó.

El evento fue engalanado con el concierto de la Orquesta Sinfónica del Estado de México, dirigido por el maestro Rodrigo Macías González.

Por primera vez, piezas de Rossini, Donizetti, Mozart, Delibes, Puccini, Verdi y Beethoven pudieron ser escuchadas en este nuevo espacio.

Más sobre el proyecto

El recinto se diseñó con la premisa de contar con un espacio multifuncional para conferencias, conciertos, teatro,danza, ópera y actos académicos.

Por lo anterior, busca ser un detonador de la oferta cultural en la zona poniente de la metrópolis.

El vestíbulo, además, permite montar exposiciones temporales, y en el interior se cuenta con salas de ensayos, camerinos y oficinas.

El cuerpo arquitectónico tiene identidad única, se trata de un prisma rectangular, formado en su mayoría por cancelería de aluminio y vidrio, que da forma exterior al complejo y resguarda la estructura central del complejo, toda en concreto.

El cuerpo exterior está coronado por una cubierta en apariencia flotante, de carácter sólido y ligero que da personalidad y estilo modernista. Al interior, encontramos formas orgánicas de fabricación digital y de origen paramétrico que se forman desde el vestíbulo a triple altura y que luego distribuye a los visitantes por dos corredores para comunicar con los cuatro niveles que dan acceso al teatro.

nelly.toche@eleconomista.mx

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