La automatización del trabajo llegó para quedarse y está más cerca de lo imaginado

La automatización del trabajo ya está aquí. Para muestra de ella, las cajas de autocobro en algunos supermercados o las computadoras donde realizas el pedido de tu hamburguesa favorita, ¿qué es lo que cambió en algo tan sencillo como estas dos actividades? Claro, ya no hay presencia de un humano que haga esa labor.

El estudio El talento del futuro 2030, realizado por PwC, advierte que 37% de los entrevistados está preocupado por la automatización que pone en riesgo sus trabajos.

Mientras que un 74% de los trabajadores está listo para desarrollar nuevas habilidades o entrenar para seguir siendo empleables, y otro 73% piensa que la tecnología nunca puede reemplazar a la mente humana. ¿De cuál de los tres grupos eres tú?

La fuerza laboral necesita una “remodelación”

Francisco Briseño, socio líder de Workforce Transformation de PwC, considera que el temor hacia las nuevas tecnologías, en especial a la inteligencia artificial generativa, ha disminuido con el tiempo, “mientras en 2022 era un temor porque nos iban a conquistar, para 2023 ya hay una conciliación, y se percibe que aprender a usarla es lo mejor”, comenta.

En ese sentido, explica que hay dos grandes elementos que se deben tomar en cuenta:

• Los robots. Máquinas que pueden automatizar actividades, generalmente usados en las industrias pesadas.
• Los cobots. Que a diferencia de los robots colaboran con el ser humano.

Y aunque en otros lugares del mundo ya están muy avanzados en las tecnologías, en México todavía falta mucho para llegar a ese punto, considera el especialista.

La razón es que la inteligencia artificial, si bien puede hacer mil cosas, para hacerlo requiere datos, y en el país aún falta el talento adecuado para sacarle provecho en las empresas.

Francisco Briseño afirma que la inteligencia artificial generativa es algo exponencial, que desplazará principalmente a las personas que tienen trabajos operativos. “Ahora lo que nosotros necesitamos son nuevas habilidades o skills”, advierte.

“Necesitamos nuevas formas de aprender y necesitamos otro feeling (sentimiento) y restyling (remodelación)”, comenta el especialista de PwC.

La coexistencia de inteligencia artificial y humanos

Jessica Cambray, especialista en Desarrollo de Carrera, explica que la inteligencia artificial y la de los humanos van a coexistir, una va a realizar las actividades, pero también se requiere quién la entienda.

Para la especialista si bien algunos puestos serán reemplazados, también se crearán otros empleos. El proceso de selección es un ejemplo de ello: el reclutador publicaba la vacante, leía los currículums, los seleccionaba y les llamaba a los candidatos.

Actualmente, explica, con un sistema de gestión del proceso de selección (ATS) que hace toda la etapa inicial, el becario o reclutador junior tiene otras labores que desarrollar.  

Ante todo este contexto, Jessica Cambray dice que es importante que los colaboradores aprendan nuevas habilidades técnicas, entre ellas cómo usar la inteligencia artificial, todas las que tienen que ver con tecnología y lo que se deriva.

“Las personas tienen resistencia al cambio, entonces el hecho de usarlas es raro, incluso el nombre nos suena raro. Pero lo único que puede cambiar esa percepción es usarlas, pueden comenzar con las que son gratuitas para probarlas, para familiarizarse, son herramientas que ayudan a mejorar su trabajo. Incluso desde el punto de vista de la empresa pensarán en que como está aprendiendo está dando un valor agregado a su carrera”, sugiere.

En este proceso de cambio, es importante no quedarse atrás, tratar de cambiar esa resistencia, porque estés o no estés listo, estos procesos seguirán avanzando y no hay vuelta atrás. “La inteligencia artificial ya es y será parte de nuestro día a día, no va a dejar de existir sólo porque no te gusta”, advierte.

Jessica Cambray dice que los profesionistas tienen que trabajar en el rechazo a la transformación. “Grandes compañías de hace 15 años que se fueron a la quiebra fue por un tema de resistencia al cambio. Lo vimos, por ejemplo, en el caso de Blockbuster, quién rechazó Netflix porque el streaming se le hizo una locura. Hoy vemos que uno de ellos ya no existe”, comparte.

Lo mismo pasa con los trabajadores, si siguen aferrados a una idea pueden complicarse el futuro laboral, y entonces va a llegar un momento de incertidumbre. "Sí habrá empresas que quieran contratar perfiles no tan actualizados, pero también la remuneración económica no será la misma, a diferencia de quienes sí se están actualizando", finaliza.