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Mercado laboral perdió medio millón de empleos en mayo; campo, el más afectado
Analistas económicos señalan que la pérdida de empleo en el quinto mes del año es inusual debido a que no se observan factores estacionales relevantes. Sin embargo, aún es prematuro definir si esto representa una distorsión temporal o estructural.
El mercado laboral pausó la creación de empleos en mayo con la salida de medio millón de personas de la población ocupada. Esta contracción se presenta después de que en el mes previo se reportara un crecimiento de un millón de puestos de trabajo, interrumpiendo tres meses de saldos positivos.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), con la baja de 518,079 plazas observada en el quinto mes del año, la tasa de desocupación revirtió su tendencia a la baja al posicionarse en 3.3%, un aumento de 0.3 puntos porcentuales respecto de lo observado en abril. La caída en los niveles de ocupación en mayo deja como acumulado 202,000 puestos de trabajo creados en lo que va de 2022.
El 59% de la contracción reportada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) se explica por la reducción del empleo en las actividades de agricultura, pesca y ganadería. El resto de la pérdida se concentra en el sector de servicios, donde los subsectores de restaurantes, servicios diversos y gobiernos reportaron una reducción acumulada por 562,263 puestos de trabajo y que eclipsaron las ganancias en el resto de las actividades como el comercio, el transporte, los servicios profesionales y sociales.
En cuanto a la posición de la ocupación, el trabajo subordinado tuvo una caída en picada de poco más de un millón de puestos de trabajo. Mientras este tipo de ocupación, el trabajo por cuenta propia y el no remunerado ganaron terreno con un crecimiento de 339,460 y 259,353 plazas, respectivamente, en sus niveles de población ocupada.
Juan Carlos Alderete, director ejecutivo de Análisis Económico y Estrategia Financiera de Mercados de Banorte, expuso que el comportamiento del mercado laboral en mayo fue contrario a lo esperado al no observarse factores de estacionalidad en el mes.
“El resultado sobre las plazas laborales es negativo, considerando que la estacionalidad usual apunta a una creación moderada, considerando los empleos que suelen perderse en la Semana Santa. En este sentido, la dinámica fue totalmente contraria este año, con una fuerte creación el mes previo (+1.0 millones) y una pérdida moderada en este periodo”, señaló.
En ese sentido, el especialista consideró que debe haber cautela para determinar si el saldo negativo se trata de una distorsión temporal a causa de la pandemia o “si en verdad marca un deterioro en las condiciones laborales”.
En ello coincidió Marcos Daniel Arias Novelo, analista económico de Monex, al subrayar que “mayo no suele tener presiones estacionales adversas”. Esto podría significar, agregó, que la caída en los niveles de ocupación es una señal de alerta sobre los cambios de viento en la economía.
“La disminución en la población ocupada sí es una señal de deterioro en el mercado laboral. Sin embargo, en mayo también se observó mejora en algunos indicadores laborales”, opinó Gabriela Siller, directora de Análisis Económico y Financiero de Banco Base.
Entre los puntos positivos, agregó, la tasa de desempleo extendido descendió 0.2 puntos porcentuales para ubicarse en 13.9%, su nivel más bajo desde marzo de 2020. “Vemos señales mixtas porque algunos indicadores mejoran y otros se deterioran. Estas señales mixtas son evidencia del estancamiento económico que estamos viviendo”, detalló la especialista.
Formalidad encabeza las pérdidas
El 52% de la reducción del nivel de ocupación reportado en mayo estuvo concentrado en los puestos de trabajo formales. De esta manera, el debilitamiento de la formalidad reportado por la ENOE superó con creces las casi 2,900 plazas eliminadas en los registros del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en el mismo periodo.
“Esto apunta a una baja significativa en otras áreas, tales como trabajadores federales y estatales, así como el ejército. Como resultado, la tasa de informalidad subió a 55.6%”, indicó Juan Carlos Alderete.
En ese orden de ideas, Marcos Daniel Arias apuntó que las poco más de 315,000 plazas que se perdieron en las actividades en gobierno, subsector que encabezó la caída al interior del sector de servicios, es la segunda mayor pérdida desde el inicio de la pandemia de Covid-19.
“Podría avisar de presiones para la reducción del gasto previo a que el reporte de finanzas públicas del mes se publique el jueves por la tarde”, advirtió el analista económico.
Entre las señales positivas, los especialistas destacaron la reducción de la tasa subocupación, que bajó 0.5 puntos porcentuales para llegar a 8.5 por ciento. Entre los indicadores que componen la brecha laboral (desempleo y población disponible), el subempleo es el que más reducción ha tenido, aunque aún tiene margen para seguir avanzando.
De esta manera, la brecha laboral —que mide la necesidad más amplia de empleo— se encuentra en su nivel más bajo en lo que va de la pandemia, al descender hasta 21.2% de la fuerza de trabajo potencial. Ello implica que la población afectada laboralmente por la pandemia disminuyó de 2.4 a 1.6 millones de personas, resaltó Gabriela Siller.