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¿Quieres una carrera exitosa? Elige bien tus batallas
La historia de Saúl “Canelo” Álvarez aporta una serie de elementos que se pueden trasladar al desarrollo de carrera en la vida profesional, sobre todo en la importancia de saber escoger las batallas que permitirán avanzar, crecer y lograr la satisfacción laboral.
Las carreras profesionales son, sin lugar a dudas, algo muy complicado. Por más que durante nuestra infancia vayamos pensando qué será a lo que nos dedicaremos durante nuestra adultez, nunca ponemos especial atención en concentrarnos realmente para entender que la decisión de carrera –y la serie de decisiones posteriores– que tomamos puede afectar el rumbo de nuestras vidas, tanto para bien como para mal.
Pero qué pasa si desde tu adolescencia tienes una orientación vocacional adecuada para entender tus pasiones y cómo se conectan con tus talentos, todo para poder hacer una elección de carrera lo más cercana a algo que probablemente te dedicarás más de 50 años.
Cuando lees o ves el nombre de Saúl “Canelo” Álvarez, seguramente por tu cabeza pasan varios pensamientos, pueden ser de rechazo, rencor o fanatismo, incluso indiferencia, ya que estos sentimientos son los que normalmente genera este famoso boxeador mexicano. Pero siguiendo la línea de cómo diseñar un plan de carrera, Canelo creció en una familia que se dedicaba al pugilismo, motivo por el cual desarrolló el gusto y las habilidades para este deporte. Así que desde muy pequeño él se ha venido preparando para ser un boxeador.
Canelo ha forjado una muy exitosa carrera a lo largo de 18 años, siempre peleando con una diversa variedad de oponentes, algunos que le representaron más complejidad que otros, pero al final teniendo un récord muy favorable de 63 peleas, de las cuales ha ganado 59, ha empatado dos y ha perdido otras dos.
Seguramente, cuando hablo de esta estadística, por tu cabeza se cruzan algunos sentimientos a los que hacía referencia anteriormente, pues puedes pensar que fue porque la gran mayoría de sus rivales eran fáciles o porque peleó con gente que ya venía en decadencia de sus mejores épocas, como Golovkin, Mosley, Trout, Hatton, Cotto, entre otros. Pero independientemente de esto, Canelo ha mantenido una racha muy favorable de victorias, lo que le ha permitido ser muy exitoso.
Este contexto ha generado que innumerables comentaristas deportivos, exboxeadores, boxeadores actuales, prensa, y hasta gente que sólo es espectadora de este deporte, tengan rencor o rechacen al Canelo, ya que descalifican sus logros –que incluyen haber sido campeón de categorías como Peso superwélter, mediano, supermediano y semipesado, así como 18 cinturones de campeón mundial– por considerar que siempre ha tomado decisiones y ha elegido batallas que lo han favorecido.
Lo anterior, incluso, ha hecho que no llegue a ser reconocido como el máximo pugilista de la historia del boxeo mexicano o que no sea tan querido en su país, a pesar de tener una trayectoria digna de ser reconocido en el top de los boxeadores por sus propias estadísticas.
Teniendo esto en mente, traslademos esta situación de regreso al mundo empresarial –y no me refiero a que como profesionista vayas a subir a un ring a pelear con tus compañeros, aunque probablemente en algunas ocasiones lo hayas querido hacer– sino a esos momentos en los que has escuchado comentarios que te descalifican por considerar que has ido en una dirección que “parece más fácil” que otra, lo que te ha llevado a “obtener beneficios” que otros no.
Un ejemplo de esto puede ser cuando decidiste cambiar de empresa porque no te identificabas con la cultura de tu anterior empleo, y llegaste a una organización más pequeña en donde eres feliz o los retos parecen ser “más sencillos”. Esto no quiere decir que sea algo bueno o malo, simplemente se trata de que tus talentos brillen más en función de las circunstancias que te rodean.
Saber elegir tus batallas para lograr la satisfacción y el desarrollo es clave para poder acompañar los éxitos. Tal como lo vemos en el caso del Canelo, quien durante su carrera ha ganado una amplia lista peleas y campeonatos, lo que le ha permitido obtener una recompensa económica que le ha dado una estabilidad de vida muy positiva.
De la misma manera, puedes tomar ese ejemplo para saber que es válido buscar el punto de equilibrio en tu vida profesional. No sólo se trata de elegir un empleo u otro, también aplica cuando implementas un proyecto que parece ser “más sencillo que otro”.
En esos casos, recuerda que el secreto, tal como le ha funcionado a Canelo, es tener la actitud correcta para enfocarte en las batallas que quieres ganar y las peleas que quieres tomar. Esto no sólo te ayudará a obtener mejores resultados, sino también a seguir desarrollándote y a aprender de tus errores y victorias en este mundo denominado vida profesional.