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Guadalajara debe aprender de sus errores

La desorganización en la logística y desarrollo de los Juegos Panamericanos ha sido una cosntante en Guadalajara. La falta de planeación ya ha dejado estragos en la imagen de la ciudad, del país, ante cientos de periodistas extranjeros.

En México nos cuesta trabajo crecer como organizadores de grandes eventos deportivos. Si bien es cierto que, al menos en el último año, nuestro país ha atraído justas como el Mundial Sub 17 de futbol, la serie mundial de clavados y ahora los Juegos Panamericanos, poco hemos aprendido de los errores que se han cometido en algunos de ellos.

Ha sido penoso que ayer, la FIFA anunció que más del 50 por ciento de los futbolistas que participaron en el Mundial menor, dieron positivo por clembuterol y declaró esto un problema de salud pública, poniendo en entredicho la limpieza de sustancias dopantes en los alimentos.

Es una mala imagen que tal vez en algún tiempo nadie podrá borrar. A eso habrá que agregarle lo que ocurre en la organización de los Juegos Panamericanos. No sólo por lo que representa la escasez de boletos para competencias que terminan con butacas vacías gracias a la reventa sino también con los problemas que han ocurrido para que los medios podamos realizar de manera eficiente nuestro trabajo.

En total, para la cobertura de los Juegos Panamericanos, estamos acreditados 1,400 periodistas de unos 89 medios de comunicación de 42 países diferentes. Las quejas por parte de los colegas tanto nacionales como internacionales se han incrementado día a día.

Especialmente de los periodistas extranjeros, acostumbrados a tener las facilidades que se les da a la prensa en otras sedes. Es tan sencillo como que en algunos de los inmuebles deportivos, no existe una zona donde entrevistar a los atletas, ni sillas suficientes en la sala de prensa, ni conexiones eficientes a internet.

Tampoco hay manera de conseguir resultados en tiempo real o, en muchas ocasiones, tener impresa una lista de salida. En algunos inmuebles, como el Code I donde se disputa el squash y el tenis de mesa, ni siquiera se puede tener acceso a las canchas donde se disputan los partidos y peor aún, la moderna pantalla que serviría para seguir los juegos desde la sala de prensa, está ahí, pero no prendida porque a la coordinadora de área se le olvida, todos los días, llevar una antena.

Aunado a ello, la falta de experiencia en el trato a los medios de los voluntarios, ha hecho que algunos colegas extranjeros no deseen cubrir más eventos internacionales en México. Por eso es indispensable que las autoridades entiendan que la organización de una justa internacional conlleva más que inmuebles bonitos e inauguraciones internacionales.

Deben aprender, que el éxito de su competencia dependerá también, en gran medida de lo que los medios internacionales digan de ellos y Guadalajara que será sede del campeonato Mundial de natación 2015, debe tener cuidado y corregir errores que ahora lo están dejando con muy mala imagen con los 1,400 periodistas de todo el continente.

Twitter: @sancrismas

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