“Se puede ser el mejor vía Asia o Europa”

Considerado como el golfista mexicano número uno en el 2010, el chihuahuense Óscar Fraustro buscará el próximo 2011 llegar al circuito del Tour PGA estadounidense para codearse con lo mejor del mundo. Los últimos dos años, la carrera de Óscar ha ido en ascenso, pues en el 2009 ingresó a la PGA y en el 2010 cerró como el número uno de México y con la posibilidad de ingresar el próximo año a la EPGA.

Durante su gira por Europa, el jugador de 28 años charló con El Economista acerca de su experiencia por el Asian Tour y sus objetivos para el año venidero.

¿Cómo fueron tus inicios en el golf?

Empecé a jugar a los 13 años por pura curiosidad en el Club San Francisco de Chihuahua.

Jugaba tenis y futbol, y al meternos a este club -nuevo en su momento con campo de golf- con todos mis amigos tenistas lo intentamos y después de unos años dejé el tenis y el futbol para concentrarme en el golf.

Después me fui a una Academia de Golf en Florida y conseguí una beca para estudiar en la Universidad de Florida y seguí en el golf. A los 17 años comencé a representar a México en torneos de Estados Unidos, luego fui a torneos amateurs por parte de la universidad y ahí comenzó todo.

¿Qué tanto te costó empezar en un circuito como la PGA?

Es muy difícil por la cantidad de buenos jugadores que hay. Cada año salen más chicos y más buenos, y de los 2,000 que buscan llegar a la PGA, sólo 30 lo logran cada año. Pero todo lo que he hecho hasta el momento va con la meta de jugar en la PGA de Estados Unidos.

¿Cómo consideras que ha ido tu carrera en estos últimos dos años y cómo has vivido esa experiencia como golfista?

Creo que cada año ha sido muy importante. Me hice profesional a principios del 2006 y cada año he ido aprendiendo más y más. El año más importante ha sido este 2010 porque me arriesgué un poco más. Al no conseguir entrar a la PGA de Estados Unidos el año pasado, decidí irme a intentar a Asia.

¿Cómo ha sido tu experiencia en el PGA Asian Tour?

Es un mundo totalmente diferente, muy lejos de casa y con muchos tipos de adversidades. Sin embargo, ha sido de las mejores experiencias de mi vida en todo sentido.

He madurado mucho como persona y golfista, y he aprendido a jugar incómodo todo el tiempo por la diferencia de horario, comidas, personas, problemas de comunicación por los idiomas, el tipo de pasto es muy diferente, el calor y la humedad extrema, etcétera.

He aprendido que no sólo hay un camino para llegar a ser de los mejores golfistas del mundo. Se puede llegar de muchas formas, vía Asia, Europa, Sudamérica y entre más juego por todo el mundo, torneos de alto nivel, más me acerco a ese objetivo.

¿Cómo evalúas el nivel del golf mexicano?

Falta arriesgarnos un poco más y sacrificar muchas cosas para llegar a donde queremos, si no simplemente es una fantasía.

Hay muchos golfistas en México que tienen el talento para llegar muy lejos; sin embargo, son muy, pero muy pocos los que se arriesgan y salen de México a intentar trascender. También nos falta apoyo de parte de empresas mexicanas y asociaciones relacionadas con el golf. En otros países ven a alguien con talento y le proporcionan todas las armas para que alcance su más alto rendimiento y así pueda tener éxito internacionalmente.

¿Qué diferencia hay entre jugar en un circuito PGA y uno de Europa?

Son las dos mejores giras del mundo. Tal vez en Estados Unidos estén la mayoría de los mejores jugadores del mundo, ya que los premios económicos son más altos que en Europa. Sin embargo, muchos jugadores consideran la gira de Europa mejor en muchos sentidos, como la cantidad de países en que se juega (desde Sudáfrica, hasta Asia, todo Europa e incluso Sudamérica). Jugar en cualquiera sería un honor. Tal vez para nosotros los mexicanos la PGA de EU es mucho más conocida por la cercanía, pero si te vas del otro lado, ves la magnitud de la gira de Europa.

¿Qué tanto se tiene que trabajar para tener a más y más mexicanos en los máximos torneos del golf?

Mucho. Se tiene que trabajar desde los infantiles. En México siempre ha habido grandes jugadores infantiles, pero cuando llegan a los 14, 15, 16 años se pierden porque no hay la dirección adecuada.

Por ejemplo, en Estados Unidos está muy claro que después de jugar infantiles tienes el golf universitario, que es la antesala del golf profesional.

La Federación debe de mejorar la calidad de los torneos y hacer como hacen en otros países con mucho éxito -como Suecia, Australia, etcétera- donde toman a los mejores jugadores del país y los mandan a jugar ocho o nueve torneos amateurs de altísimo nivel. Y nosotros teniendo a EU a un lado es mucho más práctico.