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Una medalla que va al cielo

Bode Miller sumó una emotiva sexta medalla olímpica a su palmarés, al ser bronce en el supergigante de Sochi 2014, lo que hizo rodar por su rostro unas lágrimas contenidas durante meses.

Bode Miller sumó una emotiva sexta medalla olímpica a su palmarés, al ser bronce en el supergigante de Sochi 2014, lo que hizo rodar por su rostro unas lágrimas contenidas durante meses. El podio fue un alivio al dolor por la muerte en abril pasado de su hermano.

El estadounidense fue tercero en un supergigante ganado por Kjetil Jansrud, confirmando el dominio noruego en la especialidad en la historia de los Juegos de Invierno, ante la atenta mirada de su primera ministra, Erna Solberg, en una jornada con un nuevo accidente en la pista de snowboard-freestyle.

Jansrud, de 28 años, continúa el legado dejado en la prueba por Kjetil André Aamodt, triple campeón olímpico en 1992, 2002 y 2006, y de Aksel Lund Svindal, ganador en Vancouver 2010, y séptimo en Sochi 2014.

Pero la imagen de la jornada fueron los ojos de Miller, empañados por la emoción, que asistían a la coronación de Jansrud.

Miller se convertía, mientras pensaba en su hermano, en el medallista de más edad de la historia del esquí olímpico alpino.

Chelone Miller, el hermano de Bode, que era un especialista en snowboard, fue encontrado muerto en abril del 2013 en California, cuando tenía 29 años, víctima de convulsiones.

Gracias por todo el apoyo. Hoy fue uno de los días más emotivos de mi vida. Extraño a mi hermano , dijo Miller, que tiene 36 años y 127 días.

Es un gran día para mí emocionalmente. Han sido dos años muy duros, con el fallecimiento de mi hermano y muchas lesiones , dijo.

La muerte de Chelone Miller tuvo su origen en un accidente de moto en el 2005 que le dejó en coma durante 11 días.

El bronce de Miller fue su sexta medalla olímpica de esquí alpino. Antes había ganado un oro (supercombinada del 2010), tres platas (supergigante del 2010, supercombinada y gigante del 2002) y un bronce (descenso del 2010).

El noruego Kjetil André Aamodt es el único deportista con más medallas en unos Juegos de Invierno; ganó su última medalla al hacerse con el oro en el supergigante del 2006, cuando tenía 34 años y 169 días, el récord anterior de medallista más veterano.

Otro noruego, Kjetil Jansrud, se impuso en el supergigante con 30 centésimas de ventaja sobre el sorprendente estadounidense Andrew Weibrecht, que no había vuelto a brillar desde su medalla de bronce en la disciplina en Vancouver 2010.

Es un gran día para Noruega. Estoy segura de que mis compatriotas se sienten felices esta mañana , dijo la primera ministra Solberg, que presenció la prueba cerca de la meta, con una bandera de su país en la mano.

El bronce lo compartió Miller con el canadiense Jan Hudec, a 53 centésimas del ganador.

Alemania continuó al frente del medallero pese a seguir sin sumar nuevos títulos a sus siete oros, en un día en el que Holanda y Noruega, ahora con cinco metales dorados, se acercaron al liderato.

Holanda sumó un nuevo oro con el patinaje de velocidad. Esta vez fue con Jorien Ter Mors, en los 1,500 metros femeninos, donde hubo triplete holandés en el podio. Noruega consiguió su victoria en el supergigante masculino, con Jansrud.

Los otros oros de la jornada fueron para Suecia en el relevo 4x10 kilómetros de esquí de fondo, en categoría masculina, y la checa Eva Samkova en snowboard cross.

En esta última prueba, la estadounidense Jacqueline Hernández sufrió una fuerte caída, en la misma pista donde una rusa se lesionó de gravedad el sábado en ski cross.

Su cabeza se fue hacia atrás y golpeó con violencia contra la pista. La estadounidense, de 21 años, quedó inmóvil, antes de recuperar la consciencia y ser evacuada.

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