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Reactivación de la inversión pública impulsará al sector afianzador
Para el cierre del 2021 se espera que la industria afianzadora logre un crecimiento a doble dígito.
La recuperación económica del país que se espera se mantenga incluso para el siguiente año aunado con la reactivación de grandes proyectos del gobierno federal como la refinería de Dos Bocas, el Tren Maya y el nuevo Aeropuerto de Santa Lucía, genera mejores expectativas para el sector afianzador.
En entrevista para El Economista, Eduardo Arrigunaga, director Ejecutivo de Fianzas en Sekura, indicó que espera que para el cierre del 2021, el sector de fianzas cerrará con un crecimiento de doble dígito, algo que no pasaba desde hace muchos años y para el siguiente año el panorama también es alentador.
“Para el 2022 vemos gran potencial para el sector, pues en la propuesta económica del 2022 presentada al Congreso, el gobierno federal señala un incremento de aproximadamente 17% en la inversión pública, lo que impulsará la contratación de fianzas”, explicó.
Asimismo, el directivo señaló que será importante monitorear en los siguientes meses lo que pasará con la inversión privada, la cual puede complementar la demanda de fianzas generada por la inversión pública.
Arrigunaga reconoció que esta industria ha experimentado poco crecimiento en los últimos años principalmente por la estricta regulación y la poca innovación que hay de nuevos productos. Además, de que la pandemia también afectó al sector el año pasado.
“Según datos de especialistas, en 2020 se registró una reducción de 5.2% en primas netas vendidas, y aunque fue un decrecimiento importante para el sector, es menor al que se ha visto en otras industrias”, indicó.
“La buena noticia es que este sector ha comenzado a recuperarse, en el primer trimestre de 2021, por ejemplo, las fianzas crecieron un 16.5%, de acuerdo con datos de la industria”.
Retos
El director ejecutivo de Fianzas en Sekura señaló la adopción de nuevas tecnologías ha sido un enorme reto y para algunos representó un esfuerzo mucho mayor, porque las instituciones afianzadoras y agentes se vieron obligadas a tener que dar su servicio a distancia.
“Algo que fue de gran ayuda para lograrlo es que desde hace más de 10 años se emite la fianza electrónica, donde la póliza original ya es un archivo digital y no un papel. También las compañías de fianzas y muchos agentes tuvieron que invertir en sistemas tecnológicos para cuidar y salvaguardar la seguridad informática de la empresa y de sus clientes, dado que todo se volvió remoto”.
Eduardo Arrigunaga señaló otro de los retos del sector está en seguir mejorando en que los productos de fianzas sean mucho más fáciles y claros de entender y ejecutar.
“En este sentido, se deben de simplificar las redacciones de los contratos, así como de las pólizas de fianza y sus condiciones de pago para que sean casi binarias, es decir, no dejar a interpretaciones de la afianzadora o recovecos legales que puedan interponer los contratistas o proveedores, quienes están comprometidos a cumplir con sus obligaciones”, enfatizó.
“En Sekura nos caracterizamos por la asesoría de alta especialización en todo el proceso de contratación, emisión y cancelación o reclamación, así como en el desarrollo de tecnología propia para ayudar a nuestros clientes con el reporte y control de sus responsabilidades, emitiendo más de 4,500 fianzas anuales y más de 90,000 millones de pesos en montos afianzados vigentes”.
Finalmente, Eduardo Arrigunaga, director Ejecutivo de Fianzas en Sekura, señaló que las fianzas son una herramienta muy útil que respalda el crecimiento de las empresas.
“Hay muy pocas empresas que están en posibilidad de garantizar proyectos mediante cartas de crédito, por lo que las fianzas son el medio ideal para empresas como Pymes y medianas empresas, e incluso también para grandes, que puedan tener acceso a garantías que les permitan respaldar su crecimiento”, explicó.
“Si la fianza tuviera procedimientos más ágiles para su cobro, seguramente más beneficiarios contratantes las aceptarían como garantía (en lugar de cartas de crédito), lo que ayudaría a que más empresas pudieran participar en licitaciones y proyectos al poder cubrir el requisito de las garantías mediante una fianza y además, sin afectar sus capacidades de financiamientos, lo que beneficiaría al desarrollo económico del país”.
kg