SHCP, sin plan B sobre reforma hacendaria

La secretaría de Hacienda no tiene todavía un plan B para compensar los ajustes que se le hagan a la reforma hacendaria, porque será una tarea de revisión que le competa al Congreso, afirma el subsecretario de Ingresos, Miguel Messmacher.

Entrevistado por El Economista, dice que, de aprobarse la propuesta de reforma, los gastos fiscales (tratamientos y regímenes especiales) bajarían de 3.5 a 2% del PIB. Calcula en 1,000 millones de pesos el efecto en ingresos por el ajuste al PIB de este año.

¿Cómo se van a compensar los ajustes a la reforma y el Fondo de Capitalidad?

Nosotros, hasta el momento, no hemos hecho ningún ajuste. Lo tiene que hacer primero la Cámara de Diputados y, si desea hacer ajustes adicionales, la de Senadores.

Hemos tenido reuniones con algunos sectores, pero ha sido para escuchar comentarios técnicos, no necesariamente de cambios de política, sino más bien ajustes técnicos que algunos sectores les han sugerido a los diputados con la idea de que en su momento los legisladores lo crean conveniente y donde nos parece que pueda haber ciertos temas técnicos que requieran de algunos ajustes. Es un proceso que todavía tomará tiempo.

No hemos tenido ninguna discusión acerca de posibles medidas de compensación que tuvieran sentido. Todavía nadie nos ha preguntado sobre medidas compensatorias. Todavía falta tiempo.

¿Tienen un plan B?

No.

¿Mantienen el proyecto original?

En principio sí se mantiene. Las modificaciones las terminarán haciendo los diputados, tanto las que pudiesen bajar la recaudación como medidas que pudiesen compensar.

De ser así, ¿echarán mano de los regímenes y tratamientos fiscales no contemplados?

En general, se tomó la decisión de que los que se mantenían eran aspectos que realmente tenían cierta lógica como los temas sociales, culturales o laborales con cierto sentido económico. Me imagino que es poco probable que el Congreso hiciese también modificaciones.

¿Qué quedó como gasto fiscal?

Queda el estímulo al cine y teatro, apoyos a personas de 65 años y más, deducciones a cuentas de ahorro, el mismo tratamiento para fideicomisos de capital de riesgo, porque aportan capital para nuevos negocios en todos los sectores económicos y, en general, los regímenes para personas morales sin fines de lucro, como organizaciones religiosas, y se mantiene el régimen de maquiladoras pero más limitado.

La discusión se ha centrado en la revisión de temas técnicos. Vamos a ofrecerles financiamiento, pero podría ser que no lo necesiten porque quizá terminan haciendo un mejor manejo de su caja como sucedió con la reforma en consolidación fiscal.

Así, el cálculo correcto de los gastos fiscales sin reforma representa 3.5% del PIB y con la propuesta de reforma bajaría a 2% del PIB, que nos dejaría más parecido a otros países.

Entre los temas grandes que se mantienen en gastos fiscales destaca la tasa cero a alimentos y medicinas, que es 1% del PIB, que queda pendiente, y algunos temas distintos al ISR dan el otro 1 por ciento.

¿Por qué en la iniciativa de Ley de Ingresos aparece un rubro de impuestos al patrimonio?

Es por contabilidad gubernamental, para homogeneizar las cuentas. Estamos convergiendo a los mismos rubros de otros países. No es que estemos proponiendo introducir un impuesto patrimonial, ya depende del Congreso si quiere hacer algo.

¿Se tendría que precisar la exención del IVA en créditos hipotecarios de interés social?

Los abogados dicen que no es necesario, pero si a la gente le deja más tranquila el que haya una mención más explícita, se puede hacer sin ningún problema.

¿En cuánto se afectan los ingresos por el ajuste al PIB de este año?

No hay afectación por el lado de extracción petrolera. La reducción de la décima de punto tiene un efecto sobre ingresos totales bastante moderado, de alrededor de 1,000 millones de pesos. No debería generar presión mayor y no incluye los beneficios a los contribuyentes afectados por huracanes.

leonor.flores@eleonomista.mx