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Tres retos en la gestión del talento en la era de la digitalización
el actual escenario de continuo avance tecnológico, inmersos en una cultura digital muy centrada en el Capital Humano como eje principal del nuevo modelo empresarial, el área de Recursos Humanos de las empresas cobra una sustancial relevancia en el correcto desarrollo de los objetivos de las compañías. Así, este campo tiene la necesidad de estar reinventándose constantemente en función de los cambios externos, pues las nuevas formas de organización están ligadas a los cambios tecnológicos.
En el actual escenario de continuo avance tecnológico, inmersos en una cultura digital muy centrada en el Capital Humano como eje principal del nuevo modelo empresarial, el área de Recursos Humanos de las empresas cobra una sustancial relevancia en el correcto desarrollo de los objetivos de las compañías. Así, este campo tiene la necesidad de estar reinventándose constantemente en función de los cambios externos, pues las nuevas formas de organización están ligadas a los cambios tecnológicos.
Es así como la digitalización otorga protagonismo a un viejo conocido como es el Talento Humano, y es obligación de los responsables de RRHH gestionarlo de manera óptima para orquestar el buen funcionamiento de toda la empresa. No obstante, existe un triple reto para las empresas en la Gestión del Talento.
Porque dentro del panorama actual de frenetismo empresarial y constante mejora, no es tarea fácil identificar qué clase de talento es el que se busca para el momento preciso en el que nos encontramos. Las empresas mutan, y esa flexibilidad y capacidad de adaptarse a lo que sucede alrededor es una de las características clave para sobrevivir, pero añade dificultades extra a la hora de saber qué es lo que se está buscando.
Definir qué clase de perfil es el que mejor se adapta a los objetivos empresariales del presente, o incluso averiguar qué clase de perfil será el idóneo para el futuro próximo, es el primer reto. Así, el nuevo modelo de negocio en la era digital pasa por saber qué clase de talento es el que se está buscando en el momento preciso, y poder realizar así una correcta gestión sobre el mismo.
El segundo punto es localizarlo y reclutarlo. Una vez diseñadas las características que se están buscando, es hora de pasarse al e-recruiting y analizar en las bases de datos lo que mejor se ajusta a lo que se quiere conseguir. Una vez más, el área de Recursos Humanos desempeña una tarea crucial en esta fase de la Gestión del Talento. Es su deber comparar y elegir, amparándose en datos recopilados previamente.
La elección del nuevo talento supone una acción estratégica directa para la empresa, y por eso elegir bien es vital. La digitalización además, brinda ayuda de gran utilidad como el poder manejar las bases de datos de manera colectiva en distintos sitios a distinta hora o incluso recibir informaciones y analíticas desde un teléfono móvil.
Por último, está la gran dificultad de retener al talento. La tecnología pone al alcance de la mano herramientas para conseguir este objetivo. Un sistema de reconocimiento de metas y posterior compensación puede ayudar a motivar a los trabajadores para quedarse en la empresa. Pero para ello también es clave la instantaneidad del diálogo y una buena comunicación. El poder llegar a los superiores de manera transparente y sencilla. Esa accesibilidad, unida a un correcto seguimiento de los progresos en tiempo real puede ayudar a involucrar tanto a directivos como a empleados y lograr mayor compromiso por parte de los últimos.
Por ello, la gestión de las personas como eje sustancial, combinado con el uso de herramientas tecnológicas disponibles en el mercado y una constante flexibilidad y capacidad de redefinición de las propias empresas, convergen en un desafío u oportunidad que pueden llevar al éxito el modelo y funcionamiento de una compañía
El autor: Maribel Cano es Latin America Marketing Manager