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Aprovecha el azar para ahorrar
Descubre cómo transformarlo en conductas de beneficio financiero
Descubre cómo transformarlo en conductas de beneficio financiero
“El azar sólo favorece a quien sabe cortejarlo”. Charles Nicolle, microbiólogo francés.
En términos estrictamente económicos, participar en juegos de azar como las llamadas lottos son actos irracionales, porque la relación entre la probabilidad y el beneficio no justifica participar. Ganar el sorteo de Melate tiene una probabilidad aproximada de 1 en 32 millones. Y aunque en nuestro país se trata de un sorteo que frecuentemente nos presenta algunas, llamémosles, sorpresas probabilísticas, en general se trata de una inversión irracional.
Pero diariamente, en México y en el mundo, miles de millones de dólares se juegan en estos sorteos. Ello es simplemente resultado de que las personas no somos buenas valorando el intercambio entre riesgo y rendimiento y con frecuencia, como en este caso, sobreponderamos el beneficio sin hacer caso al riesgo que corremos.
En economía conductual se ha acuñado el concepto de nudge -término que se ejemplifica como el pequeño codazo de incentivo que damos a alguien para motivarlo a hacer algo- y su uso se está extendiendo como aquellos pequeños incentivos -o, si se quiere, manipulaciones conductuales-que pueden ayudarnos a dirigir nuestras acciones hacia donde realmente nos conviene. Una de estas posibles aplicaciones se relaciona precisamente con cómo utilizar nuestra atracción por el azar para empujarnos hacia conductas de beneficio financiero.
La lotería y el ahorro
De acuerdo con la investigación titulada “Pueden los pagos de lotería inducir la conducta de ahorro”, publicada por el Buró Nacional de Investigación Económica de EU, los científicos Ozbay, Guryan, Hyndman y Kearney, auspiciados por el Departamento de Estudios Económicos de la Universidad de Maryland, condujeron pruebas en las que se midió la tendencia a ahorrar ante programas de ahorro diferentes. De un lado, esquemas de ahorro tradicionales con una tasa fija de rendimiento. Del otro, planes de ahorro con una tasa menor, pero que incluían la posibilidad de participar en un sorteo. La cuenta tradicional ofrecía un rendimiento a ser cobrado en tres semanas, mientras la cuenta con sorteo ofrecía el mismo rendimiento, pero en cinco semanas (lo que implica un rendimiento 40% menor), aunque incluía un sorteo que permitía ganar, en 5% de los casos, un premio que otorgaba más de 10 veces el rendimiento esperado.
Matemática y económicamente, es preferible el primer caso. Sin embargo, la mayoría de los participantes se inclinó por la segunda opción y, además, los que así lo hicieron ahorraron, en promedio, más que los primeros.
Ante esta realidad, en tanto existen en nuestro país mecanismos adecuados (y confiables) de ahorro como éstos, ¿cómo podemos usar esta tendencia a nuestro favor? Una forma es apoyarnos en ella para generar el hábito del ahorro en nuestros hijos.
Genera el hábito de ahorro
Pon en práctica un esquema de ahorro de su mesada (o domingo) que tenga como incentivo un sorteo cada dos o tres meses.
Asigna una probabilidad baja -no tan lejana como la del Melate–, interesante, como para que lo motive a participar y a sostener el esfuerzo; una en 20, con la posibilidad de ganar un juguete o dinero. Aumenta el número de boletos si el ahorro es mayor que el objetivo o si no se toca en un cierto plazo.
Entre más pequeño sea el niño, haz los plazos más cortos para que pueda apreciar el beneficio.
El fin último es crear una conducta para que, repitiéndola por un periodo prolongado, genere un hábito de largo plazo en sus hijos, el cual, sin duda, mejorará su expectativa de vida financiera en la edad adulta. La inversión de pagar un premio de vez en cuando habrá valido la pena.
*El autor es experto en economía conductual y director General de Mexicana de Becas. Síguelo en Twitter: @martinezsolares.