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Desde Washington, el CCE cabildea el T-MEC con 94 representantes demócratas
El sector privado mexicano enfocó el proceso de cabildeo del T-MEC con 94 representantes demócratas, los más susceptibles a dar su apoyo, afirmó Moisés Kalach, coordinador del Consejo Consultivo Estratégico para las Negociaciones Internacionales.
El sector privado mexicano enfocó el proceso de cabildeo del T-MEC con 94 representantes demócratas, los más susceptibles a dar su apoyo, afirmó Moisés Kalach, coordinador del Consejo Consultivo Estratégico para las Negociaciones Internacionales.
En Washington, DC, se ha establecido una oficina que representa al cuarto de junto en las negociaciones internacionales por parte del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), en el que participa un equipo de hasta siete personas, entre ellas Kalach y Sergio Gómez Lora, director general de la consultoría IQOM.
Ellos se han reunido con 70 de los 94 representantes demócratas, a quienes les han mostrado información sobre el comercio exterior desglosada por distrito y sobre los impactos locales en el empleo si se perdieran las ventajas arancelarias, a la vez que les han explicado los cambios legislativos en México en materia laboral.
En la Cámara baja, se requiere el voto a favor de al menos 30 legisladores demócratas para aprobar el T-MEC, considerando que se necesita el voto en pro de 217 legisladores y que 187 de los 197 representantes republicanos votarían positivamente.
Según Kalach, en el Senado no habría problema en ratificar el T-MEC porque ya se cuenta con 53 de los 51 votos necesarios.
También expuso que mantendrán reuniones con entre 10 y 12 legisladores de la primera base política ligada a Nancy Pelosi, la líder de la Cámara de Representantes, para tratar de influir en la posición de ella.
Jaime Zabludovsky, vicepresidente de la consultoría Iqom, expuso que ya culminó la etapa de cumplimiento con las precondiciones para la aprobación del T-MEC: el reporte sobre los impactos de este tratado comercial por parte de la Comisión de Comercio Internacional de Estados Unidos, la aprobación de la reforma laboral mexicana y la eliminación de los aranceles a las importaciones estadounidenses de acero y aluminio originarias de México y Canadá.
Estas precondiciones han generado impulsos adicionales para la ratificación. Por ejemplo, el presidente del Comité de Finanzas del Senado estadounidense, Chuck Grassley (R-Iowa), dijo que no apoyaría al T-MEC si no se eliminaban las tarifas sobre el acero y el aluminio.
También este último factor, según Zabludovsky, influyó para que la industria de la cerveza de la región ahora esté cabildeando a favor del T-MEC, lo que previamente no había hecho dado que estaba afectada por las tarifas en el aluminio que utiliza para sus latas de cerveza.
Se espera que la discusión formal sobre el T-MEC en el Congreso estadounidense inicie tan pronto como a finales de mayo, y con ello Pelosi podría diseñar e implementar una estrategia política sobre ese proceso. Para los negociadores a favor, lo ideal es que concluya la votación antes del receso de agosto.
Subirá abasto de autopartes en Norteamérica: expertos
América del Norte aumentará proporcionalmente su propio abasto de autopartes con el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), el cual aún requiere la ratificación de los tres países, coincidieron expertos en comercio internacional.
Moisés Zavaleta, director de Estrategia en Ansley Consultores Internacionales; Eduardo Solís, presidente de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz, y Armando Ortega, presidente de la Cámara de Comercio de Canadá en México, proyectaron que el comercio intrarregional de autopartes crecería en términos relativos con el T-MEC.
En el 2018, del total de exportaciones de autopartes de Estados Unidos al mundo, 70.9% se dirigió a sus dos vecinos de la región.
En sentido contrario, de la totalidad de las importaciones estadounidenses de partes automotrices originarias del mundo, 54.3% correspondió a compras a México y Canadá.
“Esta participación del comercio intrarregional de autopartes crecerá como resultado del T-MEC y la dinámica propia del mayor crecimiento regional del sector frente al resto del mundo”, estimó Solís.
Zavaleta, quien lideró las negociaciones técnicas de las reglas de origen del T-MEC, destacó que, como consecuencia de los mayores requisitos de contenido de valor regional para la producción de vehículos automotores, habrá una mayor demanda de autopartes originarias de América del Norte.
Ortega estimó que continuará la tendencia de una mayor integración del sector automotriz en general entre Estados Unidos, México y Canadá.
Por último, Solís dijo que la regla de origen del T-MEC significa un reto “muy importante” para algunas empresas con operaciones en México y añadió que se requerirá del apoyo de la Secretaría de Economía para que cuenten con el máximo periodo de transición (con una ampliación de hasta dos años para casos específicos) en la adaptación de las nuevas disposiciones.