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Invex Infraestructura construirá el primer poliducto privado de México, que irá de Tuxpan a Tula
Refinería de Tula, en imagen de archivo. Foto EE: Natalia Gaia
El Órgano de Gobierno de la Comisión Reguladora de Energía (CRE) otorgó el primer permiso de transporte de acceso abierto de petrolíferos para la construcción de un poliducto que va de Tuxpan, Veracruz, a Tula, Hidalgo. Este será desarrollado y operado por la constructora mexicana Invex Infraestructura 4, con una inversión de aproximadamente 16,175 millones de pesos.
El poliducto tendrá una capacidad operativa de 120,000 barriles para transportar gasolinas, diésel y turbosina para abastecer el mercado, misma que la empresa pondrá a disposición de terceros interesados.
La operación del poliducto de Invex añadirá capacidad a la ya disponible en esta región a través de los poliductos de Tuxpan-Poza Rica y Poza Rica-Tula de Petróleos Mexicanos (Pemex) Logística.
Con el permiso aprobado por la CRE, Invex está en condiciones de continuar con los trámites para iniciar la construcción del ducto, que se estima tomará alrededor de 40 meses.
Almacenamiento privado
Esta primera infraestructura de transporte privado se une a los recientes anuncios de nueva infraestructura de almacenamiento de petrolíferos en el país. A finales de agosto pasado y con una inversión de 50 millones de dólares, la suiza Glencore, a través de su subsidiaria en México, inició operaciones en su terminal de almacenamiento en Dos Bocas, Tabasco, con una capacidad de almacenamiento total de 600,000 barriles.
British Petroleum (BP) aseguró que anunciará antes de octubre el arranque de la construcción de un proyecto de almacenamiento y transporte de combustibles en México, que será infraestructura “greenfield” o completamente nueva, cuyas dimensiones vuelven necesaria la asociación de esta empresa con un tercero, muy probablemente en un puerto.
Días antes, la CRE aprobó el primer permiso de almacenamiento de petrolíferos en la Administración Portuaria Integral (API) de Altamira, Tamaulipas, proyecto que será desarrollado y operado por la empresa Cooper/T. Smith de México y representa una inversión de aproximadamente 1,341 millones de pesos. La terminal de almacenamiento aprobada en la API de Altamira tendrá una capacidad operativa de 480,824 barriles, equivalente a 2% de la capacidad nacional actual, misma que la empresa operadora pondrá a disposición de terceros interesados.
En tanto, en julio Infraestructura Energética Nova (IEnova) obtuvo la adjudicación para construir y operar una terminal portuaria de recibo, almacenamiento y entrega de hidrocarburos y combustibles para la Administración Portuaria Integral (API) de Topolobampo, en Sinaloa, que con una inversión de 150 millones de dólares, alcanzará en su primera etapa una capacidad de 1 millón de barriles de almacenamiento principalmente de gasolinas y diésel, equivalente al 5.8% de la capacidad nacional con que cuenta Pemex.
Pemex y CFE, en el nuevo entorno
De seis temporadas abiertas para arrendamiento de capacidad de transporte y almacenamiento en sus redes y terminales, Pemex Logística únicamente ha logrado adjudicar el 2.5% de su capacidad en los sistemas Norte y Norte-Pacífico a la estadounidense Andeavor (antes Tesoro) que ya importa gasolinas desde las refinerías estadounidenses para su expendio en las estaciones de servicio de su marca Arco en el norte de la República.
La CFE no ha arrancado las licitaciones para que mediante la operación de un tercero logre poner a disposición de terceros su capacidad de almacenamiento de gasolinas, diseñada originalmente para guardar el diésel y el combustóleo que ha usado sus plantas de generación, mismas que en los próximos 12 años pretende migrar a gas natural.
La estatal eléctrica cuenta con una capacidad para almacenar 10.7 millones de barriles de combustibles líquidos en 60 terminales de todo el país. Esta capacidad equivale a 82% de la capacidad de almacenamiento que tiene Petróleos Mexicanos (Pemex), que es de 13 millones de barriles en 78 terminales.
kgarcia@eleconomista.com.mx