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La construcción del Puente Vehicular Nichupté cumple medidas ambientales: SICT
La obra contó con una manifestación de impacto ambiental presentada en tiempo e incluye “el programa de restauración ambiental más grande de la historia”, acaró la dependencia, luego de que una ONG interpusiera un juicio de amparo contra el proyecto.
La Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) informó que la construcción del Puente Vehicular Nichupté, en Cancún, Quintana Roo, cumple con todos los requerimientos de Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) dispuestos por la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
La obra pública se comenzó a construir en la segunda mitad del 2022, tiene una extensión de 8.8 km de longitud, cuenta con una inversión presupuestada de 7,847.8 millones de pesos (originalmente eran 5,580 millones de pesos) y hasta marzo registró un avance físico del 42.9 por ciento.
De acuerdo con la dependencia, cuenta con “el programa de restauración ambiental más grande realizado en su historia, al contar en tiempo y forma con una manifestación de impacto ambiental aprobada sobre las cuatro hectáreas en que se desarrolla la obra, a cambio de una compensación ambiental de 306 hectáreas”.
Debido a que la obra se construye sobre una parte de la Laguna Nichupté, y para garantizar el cumplimiento de las medidas de mitigación, ingenieros mexicanos utilizan innovadores sistemas y procedimientos técnicos, como el uso de un sistema denominado top down y de cámaras subacuáticas, lo cual permitió dar claridad al proyecto para que este fuera funcional.
Esta semana, El Economista publicó que el Grupo Ecologista del Mayab (GEMA) interpuso un recurso de amparo (que fue admitido el pasado 24 de abril ante el Juzgado Quinto de Distrito con sede en Cancún) en contra de la construcción del Puente Nichupté, por presunto daño ambiental en zonas aledañas y dentro del Área de Protección de Flora y Fauna Manglares de Nichupté.
De acuerdo con la agrupación (que tiene presencia en Cancún desde hace 40 años y entre sus logros está la cancelación del mega desarrollo inmobiliario Malecón Tajamar), el proyecto del gobierno federal ha causado graves daños a estos ecosistemas en sus distintas etapas de construcción.
Colaboración con ONG
La SICT destacó la elaboración de estudios geológicos, geotécnicos, geofísicos e hidrológicos que sirvieron de base para la elaboración de un anteproyecto, así como la construcción de muelles para ingreso de maquinaria y elementos prefabricados a la laguna.
Debido a que GEMA mencionó que entre las afectaciones más importantes a la reserva Manglares de Nichupté está la liberación de sustancias tóxicas y contaminantes acumuladas por más de cincuenta años, generando un daño ambiental con consecuencias negativas para los ecosistemas lagunares y la salud humana, la dependencia respondió:
El sedimento lagunar que se ha removido y liberado como resultado de la perforación para instalar columnas y soportes necesarios para la realización de la obra, es producto o materia orgánica en descomposición y no sustancia tóxica.
En una tarjeta informativa se detalló que la Semarnat acordó llevar a cabo medidas de compensación con la reforestación de hectáreas y la realización de drenajes que permitieran regenerar el mangle.
“Asimismo, se logró salir adelante con las ONG (Organización No Gubernamental) en materia ambiental y se realizó el programa de restauración ambiental a cargo de la SICT”, se explicó.
Sin embargo, el hallazgo de una caverna natural de 67 metros de diámetro y una profundidad imposible de determinar por el equipo de SONAR, obligó a instalar pilotes reforzados para construir y montar sobre la misma ruta un puente en arco prefabricado, de 103 metros de longitud, atendiendo las medidas correspondientes.