Nuevo modelo laboral desmanteló la añeja práctica de la extorsión: Domínguez Marrufo

En el Castillo de Chapultepec, al que acudieron el pasado viernes líderes sindicales, representantes patronales y agregados laborales de Estados Unidos, el director general del Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral (CFCRL), Alfredo Domínguez Marrufo, hizo un recuento de los tres años de existencia de este organismo que se creó con la reforma laboral y que, afirmó, “desmanteló la añeja práctica de la extorsión”, aquella cuando los sindicatos amenazaban con estallar una huelga si la empresa no firmaba un contrato colectivo de trabajo, aún sin que hubiera trabajadores.

Domínguez Marrufo enfatizó que ese fue un gran avance para el mundo laboral, pero evidenció que aún persiste la negativa de los patrones para permitir que los trabajadores se organicen de manera libre y que sean ellos quienes elijan a sus líderes sindicales.

“Se ha logrado desterrar las elecciones a mano alzada, al garantizarse el voto personal, libre, directo y secreto de las y los trabajadores para designar a sus dirigentes. Asimismo, ahora se respeta la proporcionalidad de género dentro de los comités sindicales; hay 308 mujeres fungen ya como secretarias generales de su organización, y ocho mil más ocupan una cartera sindical”, dijo el funcionario.

Acompañado por el secretario del Trabajo y Previsión Social, Marath Bolaños; el presidente del Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje, Placido Morales; y del presidente del Comité Laboral del Consejo Coordinador Empresarial, Lorenzo Roel, el director del Centro Federal Laboral, Domínguez Marrufo expuso que hay tres grandes retos: difundir masivamente las nuevas reglas en materia de democracia sindical y contratación colectiva, además de mejorar los sistemas informáticos de registro laboral, haciéndolos cada vez más ágiles y amigables.

Además, hizo un llamado al sector patronal para permitir la libre sindicalización sin acuerdos “en lo oscurito” con líderes a modo; en tanto a los sindicatos les recordó la importancia de la defensa real de los derechos de las y los trabajadores desde las bases: “ya no dependen de la decisión de arriba, sino del voto de sus agremiados. Vengo a refrendar nuestro compromiso en la consolidación del Nuevo Sistema de Justicia Laboral, para que éste sea el mejor instrumento para acceder al trabajo digno y lograr un mayor bienestar para las y los trabajadores de México”.

Como parte de los avances del nuevo modelo laboral, el director resaltó la instauración de la conciliación obligatoria previa a juicio, la cual ahora se desahoga en máximo 45 días y está a cargo de 800 conciliadores en las 150 oficinas que operan en todo el país con un porcentaje de eficiencia del 75%; además de la creación de la Comisión Nacional de Centros de Conciliación (Conacentros) que permitirá homologar criterios e implementar nuevas herramientas que faciliten al acceso a las y los usuarios.

Asimismo, dijo, se ha logrado posicionar a la conciliación como el principal método para dirimir los conflictos entre personas trabajadoras y empleadoras, depurar los más de 140,000 contratos colectivos que existían a través de la legitimación.