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Telmex-Telnor no intentaron desplazar a sus competidores con un paquete integrado con Clarovideo gratis: IFT
El Instituto Federal de Telecomunicaciones cerró definitivamente el expediente por el que se presumía que Telmex y Telnor habrían pretendido desplazar a sus competidores que ofertan paquetes de triple play, con la oferta de un paquete de dos play que además agregaba gratuitamente el servicio de Clarovideo.
Teléfonos de México (Telmex) y Teléfonos del Noroeste (Telnor) no incurrieron en una práctica monopólica relativa con la agregación por un año y de manera gratuita del servicio de Clarovideo en sus paquetes de telefonía y banda ancha fijos, conocidos también como paquetes de doble play y después de denuncias presentadas por terceros actores que vieron en esa maniobra un posible intento de desplazamiento de mercado en su contra, de acuerdo con la resolución P/IFT/061021/496 del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT).
La trama inició cuando Telmex y Telnor decidieron regalar por un año, desde el 2013, el acceso a los contenidos de Clarovideo para aquellos clientes que tuvieran contratado o que contrataran el servicio de Internet Prodigy Infinitum.
Esta determinación fue sostenida desde entonces por esas dos telefónicas como una de varias maneras de evitar una sangría de clientes ante el impedimento legal de ofrecer televisión restringida, que a consideración suya las pone en desventaja frente a terceras marcas y cuando por la denominación de agente económico preponderante y por efectos también de la reforma sectorial de telecomunicaciones, sus ingresos por prestación de infraestructura pasiva; por servicios de voz fija, interconexión y larga distancia comenzaron para menguar en los siguientes años.
La estrategia habría apoyado los planes sobre los ingresos futuros de Telmex, pues al cierre del 2020 el negocio de banda ancha fija reportaba ya a esa compañía cerca del 52% de sus ingresos totales y compensando también los faltantes por conceptos de voz fija.
Para el resto de la industria, la acción fue interpretada como una manera de desplazamiento de otras compañías, debido al poder económico que tienen las empresas de América Móvil, en este caso Telmex y Telnor, para resistir la prestación gratuita de un producto como Clarovideo, en tanto que esos otros operadores de cable debían rediseñar planes comerciales para atrapar más y no dejar ir ningún cliente, sobre todo hacia Telmex, por la oferta de un servicio regalado como fue Clarovideo.
Este escenario animó a la empresa Totalplay a denunciar a Telmex y Telnor ante el Instituto Federal de Telecomunicaciones, por la posibilidad que estuvieran cometiendo una práctica monopólica relativa.
Uno de los argumentos base para que la Autoridad Investigadora iniciara sus propias investigaciones, fue aquel respecto a que después de que Telmex y Telnor iniciaron el despliegue de la oferta de un Clarovideo gratis, las tasas de crecimiento en cuanto captación de nuevos usuarios por parte del resto de la industria se vio disminuida. Es decir, el hecho de que Telmex-Telnor ofrecieran gratuitamente Clarovideo, derivó en que se redujo la demanda de servicios de los otros competidores.
En enero del 2014, Totalplay se quejó de Telmex y Telnor ante el IFT, quien en el mes de marzo abrió una denuncia a través del expediente UCE/DE-001-2014. Luego de tres años, en enero del 2017, la Autoridad Investigadora (AI) emitió un oficio de probable responsabilidad (OPR), en el que se basó para emplazar a Telmex-Telnor y su matriz América Móvil (AMX) como posibles responsables de una práctica monopólica relativa con la citada oferta de Clarovideo, que por las fechas en las que se habría originado la conducta denunciada, era elegible ser juzgada con base en la antigua Ley Federal de Competencia Económica (LFCE).
En marzo del 2017, América Móvil presentó las pruebas que refutaban las estimaciones de los quejosos y la misma Autoridad Investigadora y en septiembre, el entonces pleno de comisionados del IFT resolvió que no existían elementos para acusar a Telmex y Telnor de emprender acciones contra sus competidores.
Pero en noviembre de ese año, Cablevisión y Operbes, marcas del Grupo Televisa, promovieron un amparo contra la decisión del pleno.
Ese nuevo proceso tardó dos años y el resultado fue una derrota para estas dos empresas, pero en un recurso de revisión resuelto en mayo del 2021 fallado a su favor, determinó que no hubo de parte del IFT un análisis adecuado sobre la conducta supuestamente cometida por Telmex y Telnor; que la determinación del criterio sobre el mercado relevante (doble play) utilizado para resolver las quejas, en este caso de Totalplay y Cablevisión, no estuvo apegado a derecho, que hubo vicios y que no hubo un análisis exhaustivo del elemento denunciado (la oferta gratuita de Clarovideo), como para calificarse que ese hecho significó realmente una presión anticompetitiva de parte de AMX y sus empresas con el fin de afectar el precio y la oferta de otros agentes del mercado.
Por todo lo anterior, un tribunal ordenó al IFT a valorar si el criterio utilizado por la Autoridad Investigadora para definir el mercado relevante (aquí de carácter nacional en el doble play) estuvo apegada al derecho y estudiar si realmente Telmex y Telnor intentaron desplazar a sus competidores con un paquete con Clarovideo gratis, porque, por ahora, no existen elementos para asegurar ello.