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La NASA tiene una delicada operación para asegurar la carga de la sonda Osiris-Rex
La sonda estadounidense Osiris-Rex arrancará el martes una operación de varios días para almacenar en una cápsula hermética los fragmentos de asteroide que recogió la semana pasada y que siguen escapándose en el espacio.
Washington.- La sonda estadounidense Osiris-Rex arrancará el martes una operación de varios días para almacenar en una cápsula hermética los fragmentos de asteroide que recogió la semana pasada y que siguen escapándose en el espacio debido a una válvula mal cerrada, confirmó la NASA este lunes.
Las muestras de suelo del asteroide Bennu se encuentran actualmente al final del brazo de más de tres metros de largo de la sonda, en un compartimento del que están desbordando, y que no consigue cerrarse debido a que las piedras son relativamente grandes.
Es este brazo el que estuvo en contacto durante algunos segundos con Bennu el pasado martes, culminando una misión lanzada desde la Tierra cuatro años antes. Pero la euforia inicial en la NASA dejó lugar a la inquietud el viernes cuando la sonda envió imágenes mostrando varios gramos de partículas flotando alrededor del brazo, confirmando una fuga.
El objetivo ahora es depositar el compartimento en una cápsula que se encuentra en el centro de la sonda. Osiris-Rex debe partir hacia la Tierra el año próximo y dejar caer en su viaje esa cápsula para que aterrice en Estados Unidos en 2023 portando la que los científicos esperan que sea la más grande muestra extraterrestre desde las misiones Apollo.
Resulta urgente, sin embargo, asegurar la carga lo más rápido posible, por lo que el equipo decidió avanzar la operación de almacenamiento al martes, en lugar del 2 de noviembre.
"La abundancia de materias recogidas en Bennu justifica nuestra decisión de avanzar el almacenamiento", declaró Dante Lauretta, de la Universidad de Arizona y jefe del proyecto.
El proceso durará varios días, según la NASA, ya que no será totalmente automatizado como las operaciones precedentes. Después de cada etapa, la sonda enviará a la Tierra informaciones e imágenes para que los científicos verifiquen que el brazo está alineado y que ninguna partícula bloquea la operación de carga.
Pero toda señal tarda 18 minutos y medio en llegar a la Tierra y cualquier respuesta de la sala de control necesita el mismo tiempo para alcanzar Osiris-Rex. Cualquier diálogo dura, por tanto, 37 minutos.