Buscar
Geopolítica

Lectura 3:00 min

Los cubanos pierden la paciencia y el miedo

En el referéndum del pasado 24 de febrero, medios cubanos no hablaron sobre los ciudadanos que no votaron, ni de los que lo hicieron en contra de las reformas.

Foto: APFoto: AP

Más de 86% de los votos emitidos durante el referéndum del pasado domingo 24 de febrero favoreció la aprobación de la nueva Constitución de Cuba, con la que apenas modifica algunos elementos del sistema de gobierno de partido único establecido por Fidel Castro hace seis décadas.

Pero lo que sorprendió mucho más, fue el porcentaje de los que votaron en contra de las reformas y los que se quedaron en casa.

En la última ocasión que hubo un llamado a las urnas para realizar modificaciones a la Constitución fue en 1976, cuando Castro estableció un estado totalitario, 99.02% votó a favor. 

Lo que revela lo ocurrido en febrero son signos inequívocos de que cientos de miles de cubanos han perdido el miedo a las autoridades y también han perdido la paciencia frente a un sistema económico y político en decadencia.

La nueva Constitución es obra de la camarilla autoritaria que tropieza después de la muerte de Castro. Las decisiones clave para llevar a cabo las modificaciones a la misma fueron tomadas por una comisión nombrada por el expresidente Raúl Castro, quien aún lidera el Partido Comunista.

Hay que tener en claro que en el referéndum subyace la ausencia de una genuina competencia política, esencia de la democracia.

Censura a Yoani Sánchez

Simplemente los medios de comunicación estatales ignoraron a los que se decantaron por el no y, el día de la consulta, nerviosos por el resultado, los autores censuraron el periódico digital 14ymedio, dirigido por la bloguera disidente Yoani Sánchez, que había pedido abiertamente un no a través de las redes sociales.

José Daniel Ferrer García, un tenaz activista y opositor al régimen, fue detenido al haberse sentado en una banca de un parque en Santiago de Cuba con un letrero detenido en sus manos que decía: “No”.

Si bien es cierto que la nueva Constitución reconoce la propiedad privada como un “elemento complementario en la economía”, continúa reconociendo al “sistema económico socialista basado en la propiedad común de los medios fundamentales de producción como la forma principal de propiedad, así como la dirección planificada de la economía”.

Para la mayoría de los cubanos, esta realidad es una distopía que recuerda a la Unión Soviética, donde existía escasez de huevos, mantequilla y otros alimentos básicos.

Lo que vimos el 24 de febrero es  una señal de un verdadero anhelo de cambio. Una sociedad inquieta, conectada y expresiva.

Únete infórmate descubre

Suscríbete a nuestros
Newsletters

Ve a nuestros Newslettersregístrate aquí

Últimas noticias

Noticias Recomendadas