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Geopolítica

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Consulados mexicanos en EU deben buscar alianzas, ante amenazas de Donald Trump

México tiene en esa nación la red consular más grande de un país en otro; sin embargo, la segunda presidencia del republicano la tomará con un recorte en su presupuesto y personal limitado para defender a los inmigrantes

Foto: Reuters

México cuenta con una extensa y experimentada red de consulados en Estados Unidos; sin embargo, las amenazas de deportaciones masivas hechas por el presidente electo, Donald Trump, la toma con un recorte a su presupuesto y personal limitado.

Ante esa situación, es indispensable que esas representaciones redoblen el establecimiento de alianzas estratégicas con organizaciones civiles, de abogados, empresariales, clubes de inmigrantes, académicas y con organismos multilaterales, con el fin de proteger a los mexicanos en esa nación, independientemente de su situación migratoria, plantearon académicas y expertas en la materia.

México tiene en Estados Unidos la red de consulados más grande de un país en otro, integrada por 53 consulados. Los estados que más representaciones tienen son Texas y California con 11 y 10, respectivamente.

Según datos de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SER), hasta finales del 2023 había 1,642 empleados, que operaban la red diplomática mexicana en ese país, a los que habría que sumar los funcionarios del Servicio Exterior Mexicano, así como personas que realizan su servicio social o prácticas profesionales. Se trata de un número reducido, si se considera un escenario de deportaciones masivas.

Por otra parte, de acuerdo con cifras de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), para 2025, el presupuesto para atención, protección, servicios y asistencia consulares, a precios corrientes, sufrirá una reducción de 6.01%, respecto de 2024, al pasar de 557 millones 728,121 a 524 millones 192,258 pesos. Para 2024 el Instituto de los Mexicanos en el Exterior recibió un presupuesto de 58 millones, 703,766 pesos y para 2025 serán 58 millones 107,250.

Lo cierto es que el trabajo de los consulados será fundamental.

Karla Angélica Valenzuela Moreno, investigadora de la Universidad Iberoamericana, donde es profesora en la maestría en estudios sobre migración, afirmó que en momentos como este, el trabajo de los consulados es “relevantísimo”, porque se trata de una de las primeras instancias a las que los inmigrantes pueden y deben acudir, en caso de alguna circunstancia relacionada con las amenazas del hoy presidente electo.

En dado caso que se pongan en marcha las medidas anunciadas, los primeros que se darán cuenta de las detenciones serán los cónsules, porque así lo establecen las leyes internacionales.

En ese sentido, destacó que una de las virtudes de esas representaciones mexicanas es que han tejido una red de aliados enorme, con organizaciones de abogados, no lucrativas, agencias fiscales, colegios y clínicas comunitarias, mediante lo cual los solicitantes de apoyo no solo son atendidos por el personal consular, sino de las organizaciones aliadas.

La académica, que en los últimos años ha estudiado a fondo el trabajo que realizan esas oficias, aseguró que esas oficinas cuentan con una de las mejores estrategias de defensa de nacionales en el extranjero, a escala mundial; sin embargo, dijo que las limitaciones estarán en su personal y en el presupuesto.

Al respecto, la exdirectora del Instituto de los Mexicanos en el Exterior (IME), Eunice Rendón Cárdenas, destacó, los consulados deberán construir o fortalecer alianzas con organizaciones y redes de bufetes abogados en Estados Unidos y defensores de derechos civiles y actores sociales estratégicos como académicos, centros de reflexión, corporativos empresariales y legisladores, para implementar estrategias de defensa y protección de la comunidad. “Lo que se requiere es hacer diplomacia más comunitaria”.

En su opinión, la cancillería debería estar anticipándose a acciones que hará el gobierno estadounidense, para prevenir riesgos como el escalamiento de una narrativa de odio contra los migrantes.

Dijo que también se pueden activar estrategias con otros países afectados a través de la red consular mexicana en esas naciones e incluso México puede asumir el liderazgo.

Comentó que durante la primera administración del presidente Trump, cuando se emprendieron acciones en contra de los migrantes fue fundamental que los mexicanos contaran con la información sobre sus derechos, de acuerdo con su situación migratoria particular.

Además, eso permitió que se realizaran medidas de prevención, algunas tan sencillas como no conducir si no contaban con permiso para ello.

Trump, debe echar abajo antes, cambios legales realizados por Biden

Por otra parte, Karla Angélica Valenzuela Moreno, comentó que es necesario tomar con cautela esta narrativa, porque los migrantes son una parte importante en la economía de ese país. “Muchas de las labores esenciales son realizadas por personas que no tienen documentos”.

Deberíamos ser muy cautos para identificar qué es lo discursivo y qué es lo que realistamente pueden hacer en tema de deportaciones.

En su opinión, “es mucho más alarmante de lo que en realidad se va a poder hacer, dado las leyes y el mercado laboral de Estados Unidos”.

En ese sentido, llamó la atención en que durante el gobierno del presidente Joe Biden pasaron una serie de reformas legales y acciones ejecutivas en favor de los migrantes, las cuales, si el presidente Trump pretende realizar lo que ha anunciado, primero las tendrá que revertir y eso, al menos le va a tomar un tiempo.

Por otra parte, expuso que la Secretaría de Relaciones Exteriores tendrá que desplegar estrategias de acompañamiento a las que implementen los consulados.

Mencionó que, si bien debe haber una estrategia federal, también debe haber estrategias muy puntuales en cada consulado, dependiendo del lugar en el que se encuentran, porque no será el mismo trabajo el que tendrán que realizar los ubicados en los llamados estados santuarios de migrantes, que los que hay gobiernos adversos a ellos. “El trabajo debe ser sobre todo local y con los aliados”.

Para la académica, es poco probable que la situación escale hacia una en que sea necesaria una protección diplomática, que es aquella en la un Estado señala la responsabilidad de otro por un perjuicio causado como resultado de un hecho internacionalmente ilícito.

Además, cuando se abran juicios, será posible recurrir a recursos como la de amigos de la corte para que se acerquen argumentos a los jueces de las leyes que se estén violando.

¿Cuáles son las amenazas de Trump?

Por su parte Kate Bruhn, investigadora de la Universidad de California-Santa Bárbara, recordó que el hoy virtual presidente electo, Donald Trump, prometió en su campaña realizar las deportaciones masivas más importante de la historia de ese país, posiblemente utilizando al ejército; poner fin a la ciudadanía por nacimiento en territorio estadounidense para hijos de migrantes sin documentación en regla y terminar con el programa de protección para las personas que llegaron ilegalmente como menores de edad a ese país.

Asimismo, suspender el programa de asilo; restaurar la política Quédate en México que implica regresar a los migrantes a territorio mexicano, en vez de permitirles vivir en Estados Unidos mientras se procesan sus casos en las cortes de migración; cerrar la frontera a migrantes con un muro y más agentes del Centro de Información de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en ingles) y no permitir migrantes de países con mayoría musulmana.

Llamó la atención que, entre la opinión pública de ese país, hay más rechazo a la inmigración y preferencias por una política más conservadora y eso tiene que ver, al menos en parte, con la retórica seguida por Trump.

Sin embargo, apunto que Trump es un síntoma de una situación que ha cambiado: hay más migrantes, de lugares diferentes y van a lugares diferentes, no solamente los destinos tradicionales.

También destacó que Trump amplió su simpatía entre las comunidades migrantes. Recordó que en las pasadas elecciones de inicios de mes, 46% de los votantes latinos, principalmente hombres, votaron por el hoy virtual presidente electo, en lugares considerados antes bastiones demócratas.

Por todo ello, dijo que es muy probable que reaparezca el programa Quédate en México (MPP por sus siglas en inglés), implementado en enero de 2019 y que obligó a alrededor de 80,000 extranjeros que llegaron a la frontera entre México y Estados Unidos en busca de asilo, a esperar en territorio mexicano la resolución de sus casos en tribunales estadounidenses. Algunos permanecieron en ciudades fronterizas mexicanas más de un año.

Además, dijo que habrá más deportaciones y una suspensión o limitación al proceso de asilo, sobre todo de los que provienen de países más lejanos.

Incluso mencionó que eso explica el incremento en las solicitudes de asilo, pues se trata de personas que piensan que cuando asuma Trump la presidencia eso se terminará o limitará al máximo.

Estimó que habrá más agentes del CBP desplazados en la frontera y más esfuerzo para vigilarla. Incluso consideró que sí es probable que haya deportaciones que impliquen la división de familias, sobre todo porque ahora serán altos funcionarios gente como Stephen Miller (subdirector de política) y Tom Homan (zar de la frontera), quienes eran los arquitectos de la política antiinmigrante de la primera presidencia de Trump y estaban a favor de la separación de familias.

“El hecho de que haya realizado esas designaciones tan temprano, significa que va a ser una prioridad para él”.

Sin embargo, dijo que también tendrá límites, pues no se puede deportar a todos los migrantes que están en Estados Unidos, primero, porque son parte integral de la economía estadounidense, además de que logísticamente es imposible.

Por otra parte, para eliminar la ciudadanía por nacimiento, tendrían que cambiar la Constitución y para ello, los republicanos no tienen la mayoría calificada y en el caso de que se cambiara no se puede aplicar retroactivamente.

Periodista mexicano, originario de Amealco, Hidalgo. Editor del suplemento Los Políticos de El Economista. Estudié Sociología Política en la Universidad Autónoma Metropolitana. En tres ocasiones he ganado el Premio Nacional de Periodismo La Pluma de Plata que entrega el gobierno federal. También fui reconocido con el Premio Canadá a Voces que otorga la Comisión Canadiense de Turismo, así como otros que otorgan los gobiernos de Estados Unidos y Perú.

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