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Banca española pide 35,340 mde a sus accionistas

En otra época, aquella en la que el sector financiero español brillaba y era considerado uno de los más potentes del planeta, las grandes entidades cotizaban a cuatro veces su valor en libros.

En otra época, aquella en la que el sector financiero español brillaba y era considerado uno de los más potentes del planeta, las grandes entidades cotizaban a cuatro veces su valor en libros.

El endurecimiento de la regulación impuesto tras la crisis y las necesidades de recapitalización obligaron a las entidades a recurrir a sus accionistas en busca de recursos.

Desde el 2008, las entidades españolas han ampliado capital por un volumen total de 35,340 millones de euros, según los datos recogidos por Dealogic, que incluyen tanto las ampliaciones puras como las operaciones de conversión de deuda (a través de los famosos CoCos).

El sistema financiero español fue haciendo sus deberes en los tres primeros años de la crisis, en los que pidió a sus accionistas nada menos que 14,288 millones de euros.

El momento cumbre de esta tendencia se vivió precisamente en el 2008, cuando el volumen de las ampliaciones de capital se elevó hasta los 8,032 millones de euros. La mayor parte del capital captado en ese primer año llevó a Santander, que realizó en noviembre una macroampliación por un total de 7,195 millones de euros.

Segunda oleada

Pero cuando la peor parte de la crisis parecía haberse superado, Europa sufrió un nuevo revés en el 2012, año en el que se secó el crédito y en el que las primas de riesgo se dispararon, poniendo en cuestión incluso la solvencia de los bonos soberanos.

Muchos de los bancos que hasta entonces habían logrado esquivar la guadaña se vieron sumidos en serios problemas, para desgracia de sus accionistas. En esta segunda oleada de cuatro años, se amplió capital por un volumen conjunto de 20,399 millones de euros con Santander, en el 2015, de nuevo a la cabeza con 7,500 millones.

El conjunto del sector bancario ha hecho frente a una media de dos ampliaciones de capital al año desde el comienzo de la crisis financiera. A excepción del año en curso, todos los ejercicios han estado marcados por, al menos, una operación de este cariz. Pese a la elevada cuantía, España supone sólo 11% del capital que a nivel europeo han exigido las entidades a sus accionistas desde el estallido de la crisis financiera. Tanto es así, que en el ranking de entidades por volumen de sus ampliaciones de capital no aparece, hasta la fecha, ningún banco español.

Banco Popular, que hasta la segunda oleada había logrado evitar exprimir a sus accionistas, abrió la veda en el 2012.

En los siguientes cuatro años, la entidad entonces presidida por Ángel Ron realizaría tres ampliaciones de capital: una menor, de 450 millones de euros, y dos de enorme tamaño para su capitalización, de 2,500 millones de euros cada una.

Pese a todos los recursos captados, el banco sigue en la actualidad envuelto en una peligrosa tormenta. Su capital de calidad se encuentra ligeramente por encima de los requerimientos de las autoridades europeas y hasta su nuevo presidente, Emilio Saracho, apunta ya hacia una nueva ampliación a la que, señaló, están abocados .

Desde que comenzara esa travesía en el desierto hasta hoy el valor de la acción de Popular se ha hundido 88%, hasta los 0.63 euros por título.

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