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Caída del peso mexicano frente al yen pone en jaque las operaciones de "carry trade"
La fuerte caída del peso mexicano tras el aplastante triunfo de la izquierda en las elecciones del pasado domingo ha sacudido esta semana a mercados de divisas tan lejanos como los de Hungría y Turquía, y ha dejado a los inversores con la duda de si continuará el desmantelamiento de las tan populares operaciones de "carry trade".
La fuerte caída del peso mexicano tras el aplastante triunfo de la izquierda en las elecciones del pasado domingo ha sacudido esta semana a mercados de divisas tan lejanos como los de Hungría y Turquía, y ha dejado a los inversores con la duda de si continuará el desmantelamiento de las tan populares operaciones de "carry trade".
El "carry trade" consiste en endeudarse en divisas con tasas de interés bajas, como el yen japonés o el franco suizo, e invertir en monedas con tasas de interés más altas, como el peso mexicano o, recientemente, el dólar.
La popularidad ha aumentado a medida que las tasas de interés divergían en todo el mundo y la volatilidad de los mercados se mantenía baja.
Sin embargo, la drástica baja del peso frente al yen esta semana -el lunes cayó un 4.4%, su mayor baja diaria desde la crisis de Covid-19- es una señal de que los inversores se han ido retirando rápidamente de algunas de sus operaciones favoritas y más rentables.
Este miércoles se mantuvieron los focos de volatilidad, con una fuerte caída del yen frente al dólar, lo que llevó a los inversores a plantearse si el viejo enfoque sigue siendo viable.
El aumento generalizado de la volatilidad de las divisas en los mercados emergentes (...) ha provocado un desapalancamiento del "carry" en todo el mundo", dijo Chris Turner, responsable de mercados globales de ING. "¿A dónde nos dirigimos a partir de ahora?".
Sacudidas electorales
La noticia de que Claudia Sheinbaum iba a ganar por un amplio margen las elecciones presidenciales de México hizo caer el peso, con los mercados asustados por las posibles reformas constitucionales y el impacto en la relación comercial con Estados Unidos.
La rupia india también se tambaleó el martes, al quedar claro que el primer ministro Narendra Modi, favorable a los mercados, perdería su mayoría absoluta.
Las dos caídas provocaron fuertes oscilaciones en los mercados emergentes, haciendo caer otras divisas favoritas como el forint húngaro y la lira turca. Las "monedas de financiación" de bajo rendimiento, como el yen, subieron, mientras que el euro y el dólar rebotaron.
La volatilidad es una gran amenaza para las operaciones de "carry trade". Una subida de la divisa en la que se endeudan los inversores, o una caída de aquella en la que invierten, puede acabar con las ganancias derivadas de los diferenciales de rendimiento.
"Mi sensación es que los agentes han liquidado en gran parte estas operaciones y se han pasado al plano", dijo Neil Jones, ejecutivo de ventas de divisas de TJM Europe. "Es probable que el mercado aún mantenga operaciones de carry trade de largo plazo, pero ciertamente muy reducidas respecto de las 48 horas anteriores".
Sin embargo, algunos ven una oportunidad. "Con la caída del peso/yen de 6.3% en dos días, nos preguntamos si la sacudida ha mayormente terminado y si este es el momento de volver a participar", dijo Chris Weston, jefe de investigación de Pepperstone.
La operación parece agresiva, pero veamos cómo juegan hoy los operadores japoneses con los movimientos del yen".
Los inversores tendrán que calibrar toda una serie de factores a la hora de decidir si vuelven a las estrategias de "carry trade". Turner, de ING, dijo que los mercados estarán muy atentos a las políticas de Sheinbaum y a la trayectoria del dólar estadounidense, principal impulsor de las divisas mundiales.
"En México, parece que las autoridades locales ya están tratando de calmar a los inversores sobre las posibles preocupaciones fiscales", dijo.
"Y a nivel internacional, creemos que el margen para unas tasas estadounidenses ligeramente más bajas y un dólar más débil pueden respaldar el entorno de riesgo, reducir la volatilidad y limitar una nueva liquidación en el "carry trade"".
También preocupa mucho la posible evolución del yen. Otro factor que ha impulsado al alza a la divisa japonesa esta semana ha sido la especulación de que el Banco de Japón podría subir las tasas de interés en julio, y sus responsables han advertido de que vigilan de cerca los movimientos del yen.
La intervención sigue siendo una amenaza, después de que las autoridades japonesas gastaron 62,000 millones de dólares en apuntalar la moneda hace aproximadamente un mes. Un repunte del yen, que este año ha caído a mínimos de 34 años, podría acarrear más problemas para el "carry trade".