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La democratización ?del plan de desarrollo
A unos días del anuncio, por parte del Ejecutivo federal, en torno a la participación ciudadana para la elaboración del Plan Nacional de Desarrollo al 2018 se generan un par de líneas para destacar.
A unos días del anuncio, por parte del Ejecutivo federal, en torno a la participación ciudadana para la elaboración del Plan Nacional de Desarrollo al 2018 se generan un par de líneas para destacar.
Los medios de comunicación y los nuevos mecanismos de socialización propician la integración de la sociedad en el proceso de la toma de decisiones para fijar el rumbo de la nación; a unas horas de su lanzamiento, ya eran miles las participaciones,haya sido por preocupación real o por mero morbo, pero se hizo latente el deseo de estar incluido.
La otra línea, la que más inquietud despertó, tiene que ver con el contenido. Tendencioso, como se podía esperar, pero corto en el alcance. Más que una postura respecto del futuro del país, parece una encuesta de satisfacción (o mejor dicho, insatisfacción) que ayudaría a justificar las decisiones que desde diciembre del año pasado se han venido tomando.
Para la construcción del Plan Nacional de Desarrollo, como quedó de manifiesto en alguna publicación anterior, no basta con plantear el estado ideal de la nación, pues queda claro que, como en aquel entonces, toda persona en su sano juicio habrá de esperar la mejor condición para el país. En este sentido, la evaluación se centra en justificar que los mexicanos estamos buscando lo mismo, más que la manera en la que debe ser desarrollada dicha búsqueda.
Pese a pretender ser anónima, al inicio parece un buen instante que el concepto ciudadano salga de manifiesto sin necesidad de ocultarse al tirar la piedra. Frases cortas, limitativas, generalizaciones de los ideales y poca posibilidad propositiva son características de lo que, en vez de ser una consulta nacional, se convierte en una encuesta de opinión. Hay muchos puntos a considerar y profundizar para buscar que la opinión se convierta en una herramienta de construcción, más que en una estadística; sin embargo, es un buen inicio.
A la vista de la democracia tan anhelada, parece una inmejorable oportunidad de participación ciudadana, más allá de lo perfectible que pueda ser la propuesta, es el momento de opinar y participar; de exigir que este tipo de actividades, dadas las enormes posibilidades que brinda la tecnología actualmente, se presente con mayor frecuencia y calidad a la espera de una mayor participación de la sociedad.
Como resultado de muchos años de ser aplicada la regla, en la medida en la que se encuentren y se usen mecanismos para incluir a la gente, los logros se multiplican de forma inmediata; hoy ya hay posibilidades de opinar de forma legítima, habrá que construir los medios con los cuales los mexicanos tengamos la posibilidad de participar de forma activa en la aplicación y observancia de la ejecución del Plan Nacional de Desarrollo.
*El maestro Ricardo Gutiérrez es profesor del Tecnológico de Monterrey Campus Toluca.
ricardo.gtz@itesm.mx