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PIB por debajo de las expectativas, aunque
Nuevamente, la lectura del PIB se ubicó por debajo de las expectativas del sector. La tasa anual de crecimiento interanual publicada por el Inegi fue de 1.56%, por debajo de nuestro estimado de 1.65%, y lejano al promedio que estimaban los analistas, de 1.87%.
Esto muy probablemente incida en un nuevo ajuste a la baja para el estimado promedio del PIB en el 2014 actualmente, de acuerdo con la Encuesta de Expectativas del Banco de México , en 2.56%, y de acuerdo con la Encuesta Banamex , de 2.51 por ciento. Nuestro pronóstico aún lo mantenemos en 2.30%, nivel que estimamos tras la publicación del dato del primer trimestre de este año, aunque podría experimentar un ajuste marginal a la baja.
Como ocurrió en 2013, las expectativas de crecimiento para el PIB iniciaron muy optimistas para poco a poco ir reduciéndose. En ese año, se esperaba que en el segundo semestre se reportaran mejores cifras que en la primera mitad, sin embargo, el gasto no ejercido por el gobierno, junto con un periodo de desaceleración por el que atravesó EU, una alta volatilidad en los mercados financieros y la iniciativa de la reforma fiscal, limitaron esta recuperación para un magro 1.06% anual.
En el 2014 ha ocurrido una historia semejante. Las reformas estructurales poco a poco se han aprobado, no obstante, estamos conscientes, aunque esto tardó en asimilarse, que la inversión se reflejará en la economía real en el mediano a largo plazo, es decir, ni en el 2014 y muy probablemente ni en el 2015, experimentaremos el impulso de las medidas llevadas a cabo. La primera mitad del año sufrió las consecuencias de una reforma fiscal regresiva, que ha limitado el gasto disponible de los hogares mexicanos afectando, por un periodo transitorio, los precios al consumidor, que aún experimentarán una subida en términos de tasa anual, tanto por cuestiones estadísticas como por una alza en sus componentes, principalmente en el subíndice de productos agropecuarios.
En columnas anteriores, mencionamos que la economía mexicana enfrentaría una segunda mitad complicada, donde la recuperación sería gradual, lo que se reflejaría en crecimientos interanuales, para los dos últimos trimestres del año, por debajo de 3%. De hecho, hasta marzo de este año, y desde abril del 2013 habíamos mencionado que la economía mexicana se encontraba en fase de recesión, aunque tras analizar los últimos meses reportados, observamos un cambio de ciclo después de que cinco de las siete variables macroeconómicas analizadas que conforman el Índice Cíclico Signum, se ubican ya en una fase de expansión. Únicamente Ventas Minoristas e Inversión Fija Bruta se encuentra en fase de recuperación.
Esto es una señal alentadora, ya que bajo fundamentos económicos se tienen señales que puedan sustentar una segunda mitad de año mejor que la primera, aunque no creemos que sea lo suficiente para cumplir con las expectativas de entidades oficiales ni de las encuestas realizadas hasta el momento. Ya el mercado accionario está reflejando este avance en términos económicos que hemos mencionado, estando dispuestos a pagar un premio por tomar posiciones, esperando un mejor desempeño para el 2015 y descontando este año como otro periodo de crecimiento modesto. Esperamos que no se generen, nuevamente, expectativas superiores a lo que se observa en cifras, debiendo mostrar cautela. Hasta el momento pareciera cumplirse, si consideramos el estimado promedio de PIB para el 2015 de 3.8 por ciento. No queremos continuar pateando el bote como ha ocurrido en los últimos dos años.
Carlos Ugalde es subdirector de Análisis Financiero en Signum Research.