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Por fin acabó el 2009
Particularmente, el consumo, la confianza de los consumidores, la inversión y el gasto de los gobiernos observaron un mejor desempeño como resultado de los fuertes estímulos fiscales y monetarios implementados por la mayor parte de los países del mundo.
Para todos los fines terminó el 2009 y pasará a la historia como el año en el que se registró la recesión económica más profunda desde la época de la posguerra. Afortunadamente, en el segundo semestre se empezaron a observar signos que apuntan hacia una mayor actividad económica a nivel global.
Particularmente, el consumo, la confianza de los consumidores, la inversión y el gasto de los gobiernos observaron un mejor desempeño como resultado de los fuertes estímulos fiscales y monetarios implementados por la mayor parte de los países del mundo.
La segunda mitad del 2009 fue, sin lugar a dudas, más alentadora que el primer semestre y se puede describir con tres palabras: recuperación, deflación y estabilidad. Efectivamente, los indicadores de actividad económica confirman que a partir del tercer trimestre se presentó un punto de inflexión importante toda vez que el PIB mundial registró un mejor desempeño.
Claramente no todos los países marchan al mismo ritmo, siendo los países emergentes, principalmente Asia, quienes muestran un avance más contundente.
Así, el PIB de Estados Unidos registró una variación anual de -2.5% en el tercer trimestre mientras que China creció 8.9% y la India lo hizo en 7.9%, ésta será la tendencia para 2010.
Por otro lado, en la mayor parte de los países desarrollados se pudo observar que la inflación al consumidor se mantuvo en terreno negativo, es decir, mostrando deflaciones importantes ante la fuerte contracción de la demanda, aunque en ciertos países, principalmente los emergentes, se pudieron observar presiones inflacionarias, resultado del traspaso del ajuste de sus tipos de cambios a los precios al consumidor.
Este fenómeno determinó la magnitud de los recortes en las tasas de referencia que en algunos casos se ubicaron cerca de 0 por ciento.
Finalmente, se pudo observar una mayor estabilidad en las condiciones de operación de los mercados financieros, lo que se manifestó en un mayor apetito por riesgo y en la recuperación de los flujos de capital hacia los países emergentes, lo cual coadyuvó a la apreciación de las monedas de estos países.
A pesar del fortalecimiento de la actividad económica global, la recuperación no está exenta de riesgos.
La debacle del conglomerado estatal Dubai World que solicitó el aplazamiento del pago de su deuda por 60,000 millones de dólares y la degradación de la calificación de Grecia por parte de las tres compañías calificadoras más importantes del mundo, son muestra de la aún frágil etapa de recuperación por la que atraviesa el mundo.
Con todo, seguramente el 2010 será un mejor año que el que está por concluir. Felices fiestas.
Manuel Guzmán M. es economista en jefe de Ixe Grupo Financiero. Su opinión no representa necesariamente la posición de la institución. mguzman@eleconomista.com.mx