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Septiembre, mes negativo para el peso

Entre dicho mes y diciembre se muestra la peor depreciación de la moneda de manera recurrente.

Comenzó septiembre y con ello una temporada donde, debido a una mayor liquidez en el mercado cambiario, el peso ha mostrado recurrentemente debilidad frente al dólar.

“En los últimos meses del año, entre septiembre y diciembre, se muestran las mayores depreciaciones en el peso. De hecho, en los últimos 10 años, durante septiembre la moneda mexicana se ha depreciado en promedio 1.10%”, dijo Gabriela Siller, directora de Análisis Económico y Bursátil de Banco Base.

La divisa local ha cerrado septiembre con pérdidas frente al billete verde en seis ocasiones entre el 2009 y el 2018, según cifras del Banco de México. En el 2011 registró su peor desempeño, al caer 12.47%, o 153.95 centavos.

La estratega explicó que durante los meses de verano el tipo de cambio tiende a estar tranquilo, debido a una menor liquidez, con lo que hay menor volatilidad que permite cierta apreciación. Sin embargo, durante el noveno mes regresa la liquidez al mercado financiero.

“Sobre todo por posiciones que se cierran tomando utilidades en espera del cierre del año fiscal. Por eso en septiembre se nota tanto, pero también en octubre, noviembre y en diciembre. Ya en la segunda mitad de ese mes tiende a haber una mayor volatilidad y mayor depreciación”, expresó Siller.

Considerando este factor estacional, la directora prevé que el tipo de cambio cierre hasta en 20.20 pesos por dólar al final de septiembre. Sin embargo, advirtió que hay más factores que intervienen en la paridad cambiaria.

Diversas causas

“Entre los factores que presionan al peso, destaca que en agosto la guerra comercial entre Estados Unidos y China llevó al tipo de cambio por encima de 20 pesos por dólar por primera vez en el año”, agregó.

A esto se suma la expectativa de que el Banco de México recorte una vez más su tasa de interés, lo cual hizo hace un par de semanas por primera vez en los últimos cinco años. Esto provocaría que el diferencial de la tasa respecto a la de Estados Unidos disminuyera, y con ello se esperaría una menor entrada de capitales golondrinos o hasta salidas moderadas, que se reflejarían en el tipo de cambio.

“Aunque una menor tasa de interés haría menos vulnerable a México ante choques internos e incertidumbre”, puntualizó.

claudia.tejeda@eleconomista.mx

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