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De la Mora, renunciada
A sólo seis días de haber sido nombrada Secretaria de Economía, Raquel Buenrostro le pidió la renuncia a la doctora Luz María de la Mora, al cargo de subsecretaria de Comercio Exterior, pieza clave en las negociaciones comerciales de México.
La renuncia de Tatiana Clouthier, el viernes pasado, a la titularidad en esa dependencia, provocó nerviosismo e incertidumbre porque se interpretó como la salida de una de las integrantes del ala moderada en el gobierno lopezobradorista.
Aunque hubo quienes explicaron su salida, por su abierto posicionamiento en contra de la militarización de la seguridad nacional, lo cierto es que más bien se debió a su clara distancia respecto de la política energética del gobierno mexicano.
Aunque no lo manifestó abiertamente, Clouthier siempre marcó su distancia. Cuantas veces pudo, aclaró que el ABC de la política energética lo dictaba la Secretaría de Energía que encabeza Rocío Nahle, a quién se le considera del ala dura gubernamental.
A De la Mora le pidieron su renuncia. No sería nada extraño, en un contexto de normalidad. Es práctica común que los titulares de las dependencias, cuando llegan, aceptan las renuncias de los más importantes funcionarios para colocar a su propio equipo e incluso piden la renuncia de alguno o algunos de ellos.
Lo que llama la atención, es que se releve a una funcionaria altamente experimentada en materia de negociaciones comerciales, en un momento clave.
De la Mora tiene más de 20 años de experiencia, fue parte del equipo de negociación del TLCAN y venía siendo la negociadora en el inicio de las consultas solicitadas por EU y Canadá.
Su relevo se ejecuta en un momento de especial importancia. En ese contexto, su salida podría confirmar un cambio en la estrategia que venía siguiendo el gobierno mexicano, hasta ahora, en las consultas sobre energía.
Una vez iniciado el proceso de consultas con sus vecinos del norte, el gobierno lopezobradorista, cambia a sus dos más importantes piezas de representación en las conversaciones.
El nombramiento de Raquel Buenrostro, dejó claro que más allá de sus méritos administrativos y recaudatorios, su carácter firme e inflexibilidad frente a los poderosos hombres de negocios en México, garantizan que hará una sólida defensa de las instrucciones presidenciales.
En ese contexto, lo más probable es que el nuevo o nueva subsecretario/a de Comercio Exterior, sea un experto en la materia.
Pero también deberá ser un convencido o convencida de que a México le asiste la razón.
El presidente López Obrador, no ha retrocedido un ápice en la aplicación de su política energética.
A pesar de las derrotas que ha registrado por el camino legislativo, por la vía administrativa, de facto, aplica lo que considera, fortalece a Pemex y CFE y acota a las inversiones privadas nacionales y extranjeras.
Es precisamente por eso que los gobiernos de EU y Canadá solicitaron las consultas.
Por ello es probable que el gobierno de México decida no dar un paso atrás respecto de su política energética.
En consecuencia, es posible que del diálogo entre las partes, cuya fase ya concluyó, se transite a la fase del litigio, con los representantes de los gobiernos de Estados Unidos y Canadá, en el proceso de consultas en materia de energía.
Buenrostro, lo ha demostrado, es una eficiente funcionaria. Ha demostrado que sabe y puede dar resultados.
Su falta de conocimiento y experiencia en materia técnica de las relaciones comerciales, lo puede subsanar con la integración rápida de un equipo de trabajo que la respalde.
Su capacidad y preparación, aún y cuando es en otras materias, son muestra de su disciplina. Su profesión de matemática ha dejado huella de una personalidad pragmática y de su integridad.
Parecería que Buenrostro sólo tiene un camino a seguir. Sin embargo, por la dimensión de su inteligencia, podría dar una sorpresa y encontrar una alternativa distinta a la de la confrontación. ¡Ojalá!
La etapa del diálogo, formalmente, ya concluyó. Los gobiernos de EU y Canadá en cualquier momento pueden solicitar el inicio de la etapa contenciosa.
Si México no puede convencer a sus contrapartes con sus argumentos, podría enfrentar costosos aranceles para diferentes e importantes sectores productivos.
Veremos cómo se escribe el capítulo definitorio de ésta historia en las relaciones comerciales entre México, Estados Unidos y Canadá.