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La economía mexicana en el 2024
¿Cómo hacer planes económico-financieros en México de mediano y largo plazos si el primero que le pone un freno a una visión de futuro es el propio gobierno de este país?
Y ni hablar del entorno internacional que en tan solo dos años tiró por la coladera todos los planes económicos del mundo.
Es muy difícil estimar dónde podríamos estar hacia finales del sexenio cuando vemos que el Presidente usa su tiempo para terminar con el Horario de verano y su partido quiere encarcelar a los diputados opositores que no votaron como la 4T quería.
Sin embargo, hay que echar mano de los pronósticos disponibles para tener alguna idea de dónde estará la economía mexicana dentro de dos años y cuatro meses cuando López Obrador entregue la banda presidencial y desaparezca del panorama político, tal como él mismo lo ha prometido.
Hasta ahora, hay dos expectativas que se consolidan entre los analistas, al menos entre los casi 40 grupos que consulta el Banco de México en su encuesta mensual.
Lo primero es que el crecimiento del Producto Interno Bruto no tiene visos de poder crecer más allá de 2%, ni este, ni los siguientes dos años. Vamos, ni siquiera durante los 10 próximos años, pero ese sí es un plazo impredecible para el México actual. Esto implicaría que estaríamos ante un sexenio perdido en materia de crecimiento económico.
El otro pronóstico que se animan a adelantar para el resto del sexenio es el de la inflación. En este 2022, prácticamente la mitad estima que la inflación general no baje más allá de 6.8% al cierre del año.
Pero la expectativa de que la inflación no ceda tan rápidamente ya se extendió para los dos próximos años. Así, esperan que el Índice Nacional de Precios al Consumidor apenas y logre 4.34% al terminar el 2023 y nada por debajo de 3.7% para finales del 2024.
De esta manera, dentro de dos años que estemos en la víspera de las elecciones presidenciales, tendremos un crecimiento magro de 2% y una inflación todavía en niveles de 4 por ciento. Habrá sido un sexenio sin crecimiento y con alta inflación.
No hay una manera sensata de adelantar precios como el del petróleo y en cuanto al tipo de cambio, dependerá del costo de oportunidad que implique para los capitales el nivel de tasas de interés en combinación con el nivel de riesgo país.
Seguro que el costo del dinero será más elevado y el poder de compra de los salarios habrá perdido una vez más la carrera contra la inflación. Así pinta el 2024.
Si no hay la tentación de provocar un crecimiento artificial previo a las elecciones con más deuda y un creciente déficit fiscal, seguro que las firmas calificadoras podrán contener la necesidad de una degradación crediticia que lo cambie todo para mal.
Eso sí, tanto las firmas calificadoras como los analistas dejan claro que sus pronósticos aplican restricciones. Sobre todo, cuando se considera la gobernanza del país y específicamente la situación financiera de Petróleos Mexicanos.
Si este gobierno logra no causar destrozos democráticos en lo que le resta al sexenio y si Pemex no complica más su situación financiera, la 4T dejará como su gran legado que no enfrentemos una severa crisis económica de final de sexenio.
Qué esperan los especialistas
PIB
Según la encuesta de expectativas de Banxico el PIB no tiene visos de poder crecer más allá de 2%, ni este, ni los siguientes dos años.
Inflación
Prácticamente la mitad de los encuestados estima que la inflación general no baje más allá de 6.8% al cierre del año.
Precios 2023
Esperan que el Índice Nacional de Precios al Consumidor apenas y logre 4.34% al terminar el 2023 y nada por debajo de 3.7% para finales del 2024.