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La invención de la vacación
El período vacacional pareciera ser una institución del capitalismo. Sin embargo, el concepto de la vacación ha existido desde tiempos antiguos no sin muchas diferencias con la vacación contemporánea.
El concepto de vacación existe desde la Antigua Roma. Los romanos tomaban períodos de descanso en los que se iban a viajar por placer. Evidentemente esta actividad estaba reservada para las clases dominantes y lo curioso es que un tiempo de vacación podía abarcar hasta periodos de dos años. Las vacaciones están ligadas, históricamente, al viaje. La costumbre de viajar por placer es curiosamente una de las actividades que tienen pocos siglos de practicarse en nuestras sociedades. Antiguamente quienes viajaban eran los monarcas, generalmente para crear alianzas o haciendo visitas de “relaciones públicas” por los reinos. No existía la industria turística como la conocemos hoy, sino hasta mucho después de la Revolución Francesa. Quienes viajaban, se hospedaban en casas de parientes y amigos igual de pudientes. Las posadas, los ancestros de los hoteles, eran para viajeros de paso, generalmente por trabajo, y no para vacaciones de placer. Sin embargo, la lenta reconversión de estos lugares en lugares de placer se da en parte, por ejemplo, en Europa, después del estallido de la Revolución Francesa, cuando se derrocó a la monarquía y los cocineros que servían en la corte se ven obligados de ofrecer sus servicios de cocina en las posadas. De esta manera, ya no sólo eran lugares de paso, sino verdaderos sitios que atraían a las personas para degustar platillos.
De esta manera, vemos cómo existe una relación entre restauración, vacaciones y turismo que data de hace siglos. Sin embargo, no es hasta el estallido de la Revolución Industrial y la producción fordista, que las vacaciones o el tiempo de ocio se tiene que institucionalizar como un derecho de los trabajadores frente a las largas jornadas laborales. El desarrollo de los caminos y los transportes, contribuyó significativamente a que los viajes de vacaciones estuvieran al alcance de la población que anteriormente sólo tomaba días de descanso en su trabajo permaneciendo en casa.
El tema de la legislación laboral del número de días de vacaciones que por ley tiene un trabajador en una comparación internacional, siempre levanta debates acerca de la productividad de los trabajadores. Lo que es cierto, es que cada vez existen más trabajadores independientes y personas que pertenecen al ámbito laboral informal que no toman vacaciones. Estudios científicos sobre los efectos de las vacaciones en la salud, advierten que son necesarias no sólo para la salud mental de las personas, sino también para la prevención de enfermedades asociadas a la elevación del cortisol a causa del estrés.
El binomio vacaciones – viaje de placer está cada vez más disociado, sobre todo en generaciones que prefieren quedarse en casa para reponer las energías y la salud mental después del trabajo. Las formas de trabajo contemporáneas que incluyen el home office y el autoempleo, han reconfigurado significativamente lo que significan las vacaciones para muchas personas adultas. Algunos estudios han mostrado que el simple hecho de planear una vacación baja los niveles de estrés. Una conceptualización de la vacación como un periodo necesario para la productividad, es objetivamente necesaria para mejorar el rendimiento. Las vacaciones son pues, no sólo un momento de autocuidado totalmente necesario, sino un momento necesario para mejorar la productividad y el enfoque de trabajadores hiper estresados.