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Opinión

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¿Por qué ya nada es escandaloso?

Después de que un medio nacional publicara en su primera plana que Pajarito, líder del RIP, que se quiere reelegir por al menos un nuevo periodo, tiene una riqueza inexplicable (una mansión de muchos millones y una playa privada (¿?) de quién sabe cuántas hectáreas), esperaríamos un escándalo nacional, pero no pasa nada. Después de que un grupo de expertos, tras un análisis serio, sostuviera que en México no debieron morir durante la pandemia trescientas mil personas, esperaríamos un escándalo nacional, pero no pasó nada. Después de que se cayó el metro de Ciudad de México por falta de mantenimiento y murieron treinta y un personas, y setenta más resultaron heridas, esperaríamos un escándalo: pues no.  ¿Por qué nada es escandaloso en México?Voy a postular unas cuantas hipótesis, porque el asunto me preocupa, pero advierto que no he revisado el tema a profundidad.

1. ¿Será que los medios de comunicación tradicionales han perdido relevancia? Las investigaciones se realizan, los reportajes se escriben, las ocho columnas se forman y publican y, con todo, no hay consecuencias: los nombrados en tales notas ni se inmutan, la población no se escandaliza ni exige que los culpables de lo que se reporta dimitan, tampoco sus representantes exigen nada.

2. Podría ser que gran parte de los ciudadanos adolecen de tantas penurias cotidianas (violencia en las calles, inflación [vaya que la cuenta del supermercado se ha disparado], falta de acceso a la salud, educación pobre, empleos mal pagados y jefes inmisericordes, traslados muy tardados en medios de transporte ruinosos e inseguros, etc…) que los escándalos cotidianos les dan lo mismo: los de antes, como Pajarito, siempre fueron iguales, y los de ahora todavía no terminan con su manto de honradez, así que por ahora nada los mancha (tanto va el cántaro al agua…). A esto habría que sumar la inutilidad de escandalizarse, de todas formas los culpables de conducirse de manera escandalosa continuaran impunes, campantes: Pajarito es un ejemplo tremendo. ¿Para qué escandalizarse?

3. Las fake news se han mezclado de tal manera con las noticias «verdaderas» que todo es, déjenme decirlo así, fakenewseable, es decir, se puede tildar de noticia falsa, lo que permite que la reacción inmediata de escandalizase quede atenuada por la posibilidad de escandalizarse a lo tonto. Todo escándalo se puede relativizar con noticias contrarias (aunque sean falsas) o con nuevos escándalos (aunque sean falsos) que además se pueden diseminar ampliamente a través de redes sociales si se paga lo necesario (con dinero baila el tiktokero): el rigor, la experiencia, los principios de un periodista no son necesarios para escribir notas facebookeables.

No tengo duda de que los tres puntos que menciono pueden coexistir y potenciarse. Esto nos deja en un mundo donde la elección informada de alternativas, tan importante para la democracia, se vuelve más compleja, por no decir que casi imposible. La democracia, como la conocemos, está en coma. Creo que lo único que nos queda es intentar que el régimen autoritario que se establezca resulte menos cruel que los que conocemos. Si usted tiene otras hipótesis sobre la falta de escándalos, coméntemelas en X.

X: @munozoliveira

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L.M. Oliveira es escritor. Autor de "El mismo polvo" y "El oficio de la venganza". Es Titular A en el Centro de Investigaciones sobre América Latina y El Caribe.

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