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¿Qué es la corrupción?
¿Qué es la corrupción? es el título de un pequeño libro del politólogo australiano Leslie Holmes que la editorial Grano de Sal ha puesto en circulación este año de la mano de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), una organización cuyo brazo de investigación periodística ha revelado grandes tramas corruptas, como la llamada Estafa Maestra, derivaciones del caso de espionaje #GobiernoEspía o el mayor seguimiento de los sobornos de Odebrecht a funcionarios públicos. El libro de Holmes, uno de los mayores expertos en el estudio de la corrupción en el planeta, ofrece una faceta poco explorada en la literatura disponible en castellano en México: las consecuencias sociales de la corrupción.
Más allá de definiciones conceptuales, de diagnósticos sobre el entramado jurídico o de revelación de escándalos que involucren a agentes públicos o privados, las consecuencias sociales de la corrupción son devastadoras porque erosionan conexiones sociales y fomentan la desconfianza y el egoísmo.
De acuerdo con Holmes, profesor de ciencia política en la Universidad de Melbourne y autor de Rotten States? (2006) y Communism. A Very Short Introduction (2009), los más afectados por la corrupción generalmente son las personas más pobres de la sociedad, que ven disminuidos los recursos estatales y privados que pueden ayudar a fomentar mejores condiciones de vida en sus comunidades.
¿Qué es la corrupción? parece dedicado a México, que se encuentra en la posición 138 de 180 países evaluados en materia anticorrupción por la organización Transparencia Internacional. México cuenta con un índice de 28 puntos en el ranking de Transparencia Internacional, donde 100 representa la mejor calificación y 0, la peor. Por eso recupero aquí algunas citas del libro de Holmes, una lectura imprescindible para sensibilizarse sobre este fenómeno lejos de la saturación informativa que muchas veces más que mover a la acción nos vuelve cínicos y fomenta una extraña resiliencia.
1. «La corrupción tiende a fortalecer el sentido de “ellos” y “nosotros en la sociedad, tanto vertical como horizontalmente. La brecha entre las élites y el público con frecuencia es más ancha de lo necesario porque se percibe que funcionarios corruptos están quedándose con lo mejor de la riqueza del país a expensas de los ciudadanos comunes (una división vertical). Al mismo tiempo, la corrupción puede aumentar las divisiones entre lo propios ciudadanos (división horizontal), cuando los que no quieren o no pueden pagar sobornos para obtener lo que necesitan se resienten contra los que pueden pagarlos y en efecto lo hacen».
2. «La corrupción puede aumentar la desigualdad. Muchos ciudadanos que tolerarían niveles razonablemente elevados de desigualdad si parece deberse al mérito, se resienten si se basa más bien en relaciones personales y sobornos para obtener ascensos y empleos prestigiosos. El problema se agrava si la desigualdad creciente va acompañada de mayores niveles de pobreza, como con frecuencia sucede. (...) Como la pobreza está vinculada con la mala salud, tanto física como mental, la corrupción puede afectar directamente el bienestar de la población».
3. «Si la corrupción significa más desconfianza hacia el Estado y sus funcionarios, puede provocar un “retorno a la familia” en general y un mayor apego a la parentela. Un efecto potencialmente negativo de esto es que la mayor identificación con “parientes y amigos” puede provocar una disminución del capital social y un creciente distanciamiento entre grupos sociales, lo que puede conducir a conflictos étnicos».
4. «Niveles altos de corrupción y los consiguientes bajos niveles de confianza en el Estado pueden aumentar la sensación de inseguridad en la sociedad. Por ejemplo, si los ciudadanos no confían en los agentes encargados de la aplicación de la ley porque son corruptos, estarán menos dispuestos a denunciar delitos a las autoridades y a cooperar con ellas; eso usualmente conduce a tasas más altas de delincuencia y por lo tanto a una mayor sensación de inseguridad entre el público general».
Y una advertencia: «La desesperanza de los ciudadanos puede hacer que aumente el atractivo de los políticos extremistas, de derecha o de izquierda, que prometen erradicar la corrupción. Investigaciones empíricas indican que cuando son elegidos esos extremistas en general resultan incapaces de reducir la corrupción, pero en algunos países existe una creencia muy difundida de que poseen una varita mágica».
¿Qué es la corrupción? de Leslie Holmes se encuentra en circulación desde febrero pasado.