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Sureste: la nueva región porcícola de México (I)
En junio pasado señalé en esta columna que el sureste de México ha tomado un papel preponderante en diferentes redes de valor agroalimentario. En esta ocasión me referiré a la porcicultura, la cual está cobrando gran importancia para el sector primario de la región y para FIRA, como parte de la Banca de Desarrollo que coordina la SHCP
En el ámbito de atención de la Dirección Regional Sureste de FIRA, la porcicultura ha mostrado mayor Tasa Media de Crecimiento Anual (TMCA) en los saldos de cartera; del 2012 al 2015 tuvo una TMCA de 50.7%; en el caso de su Residencia Estatal Yucatán, tuvo en el mismo periodo una TMCA de 49.7%, convirtiéndose en el estado más importante a nivel nacional en esta red de valor.
En el estado de Yucatán son dos los esquemas productivos porcícolas que FIRA apoya: el primero de éstos corresponde a las granjas tradicionales que cuentan con sus propias reproductoras, las cuales paren a los lechones que se engordan hasta su comercialización para el mercado estatal y regional; en el caso del segundo, comprende el esquema de la aparcería ganadera o pecuaria, que FIRA ha visto como una buena opción de asociación productiva, en la cual una persona -propietario- concede a otra -aparcero o mediero- cierto número de cabezas de ganado o de animales domésticos para que los cuide y alimente.
Grupo Porcícola Mexicano (GPM) y su relación con porcicultores locales son un buen ejemplo del esquema de aparcería, en donde GPM entrega lechones desarrollados con su genética mejorada a granjas acreditadas para su engorda, desde el destete hasta la finalización (conocido como wean to finish), proporcionando también el alimento balanceado, medicinas, vacunas y asistencia técnica. Una vez finalizado el proceso productivo, recupera los cerdos y lleva a cabo su comercialización, otorgando al aparcero un premio (comisión) por cada kilogramo engordado, el cual será más alto conforme sea más alta la productividad de la granja.
La participación de FIRA en el desarrollo de esta red de valor ha sido mediante créditos refaccionarios o de inversión para la construcción de las granjas conforme a las especificaciones de GPM.
Durante el 2016 en Yucatán se han otorgado créditos refaccionarios por 531 millones de pesos a seis grupos empresariales para la construcción de 16 granjas porcícolas que comprenden 192,000 espacios para la engorda de 480,000 cerdos finalizados por año; además, en las granjas porcícolas se instalan biodigestores, para dar tratamiento a las aguas residuales y no contaminar los mantos freáticos, así como sistemas de riego para regar con el agua tratada de desecho.
GPM a través de Kekén comercializa 70% de su producción en el mercado nacional y 30% restante, como exportación a América del Norte y Asia; cuenta con 12 granjas en Yucatán, donde mantiene a 72,000 hembras en producción, empleando para ello a 3,700 personas.
En la segunda parte de esta entrega abordaré las perspectivas de crecimiento de esta red de valor así como las estrategias de FIRA y recursos necesarios para apoyar su desarrollo.
*Antonio Ramírez Monroy es el Director Regional de FIRA en el Sureste. La opinión es del autor y no necesariamente coincide con el punto de vista oficial de FIRA.