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Opinión

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¿Y las energías renovables?

La visita de EPN a Alemania suscitó los primeros comentarios sobre el tema, pero opacados por las discusiones del aprovechamiento del gas natural.

Los últimos cinco años han sido probablemente los del nacimiento verdadero de las energías renovables en México. Los avances en materia de regulación que ha promovido la Comisión Reguladora de Energía y la Secretaría de Energía en estos años han contribuido a que la inversión privada en el sector pasara prácticamente de cero a poco más de 3,000 millones de dólares en el 2011.

El esquema de autoabastecimiento y productores independientes está funcionando, sobre todo para la energía eólica, cuya disminución en costos de producción y aumento en productividad han igualado el costo de generar electricidad con gas natural (el combustible más barato actualmente) en algunas regiones del país. Esto mismo también está sucediendo para otras tecnologías renovables, como la geotermia y la solar. Sin embargo, para la geotermia las barreras regulatorias, como la ley minera y la ley de aguas nacionales, limitan la inversión en dicha tecnología; mientras que la solar requiere de cambios regulatorios para permitir la generación de pequeños fabricantes, donde hoy resulta más competitivo crear con esta tecnología (donde es caro llevar la electricidad y existe una importante radiación solar).

La visita del presidente electo, Enrique Peña Nieto, a Alemania, hace unas semanas, suscitó los primeros comentarios sobre el tema del próximo gobierno, aunque aún opacados por las discusiones alrededor del aprovechamiento del gas natural para el próximo sexenio.

Si bien, ante los precios actuales del gas se tiene que planear en torno a su aprovechamiento, también se debe considerar que para tener un portafolio de generación competitivo se requiere diversificar las tecnologías de producción por tres razones:

1. Disminuir el riesgo al desabasto energético; 2. Eliminar la volatilidad de precios de energía en el largo plazo. A diferencia de las energías fósiles, las renovables pueden garantizar el precio de la energía por más de 20 años, mientras que en gas sólo se puede cubrir el precio por poco más de cinco; 3. Considerar el costo social. Los impactos en el medio ambiente y la salud de quema de combustibles implican costos. De acuerdo a una reciente metodología creada por el IMCO para cuantificar dichos costos, considerándolos se iguala el precio nivelado de producción de energía eólica con el de gas natural.

México es el Dorado para algunas renovables, por ello, es indispensable tomar en cuenta estos factores y el costo que tiene el diferencial de garantizar el precio de la electricidad 20 años versus cinco, antes de hacer fuertes inversiones en infraestructura para transportar el gas.

rgallegos@eleconomista.com.mx

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