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Opinión

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Ahora Netanyahu ataca al secretario general de la ONU

La ONU se ha convertido en un objetivo de ataques diplomáticos por parte del Gobierno del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.

La intensa campaña de fuego en la Franja de Gaza fue acompañada por duros golpes de desprestigio en contra de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA) por supuestos vínculos con terroristas de Hamás, y el miércoles el objetivo fue el secretario general de la ONU, António Guterres por no haber condenado de manera “inequívoca” el ataque de Irán a Israel a través de casi 200 misiles.

Interpretar lo ocurrido por la UNRWA a través de maximalismos genera el riesgo de caer en la subjetividad o convertirse en agente representante de la pureza. Se ha demostrado a la fecha que fueron menos de 10 trabajadores de la UNRWA los que se encontraban en connivencia con el grupo terrorista de Hamás; los otros 14,000 empleados cumplen su labor social de ayuda a los refugiados palestinos.

Usando un lenguaje similar al que se aplica a criminales, el ministro de Exteriores israelí Israel Katz lanzó durísimas críticas en contra de Guterres: “apoya a terroristas, violadores y asesinos” (AFP, 2 de octubre).

Las escaladas perpetuas entre Israel e Irán terminarían con el planeta Tierra como lo conocemos; en tránsito se encuentra un nuevo orden mundial; y el armamento nuclear de varios países ya ha sido colocado en el vestíbulo del caos.

En el interior de este escenario, ¿a quién se le ocurre erosionar a la ONU?

El derecho internacional es el basamento de la ONU, si se llegara a desmantelar sus piezas la guerra global estaría a horas de ocurrir.

Hamás y Hezbolá son terroristas, y como bien los define Gabriel Ben-Tasgal, periodista israelí a quien conozco y respeto, son tentáculos cuya cabeza de pulpo la representa Irán. Los terroristas desprecian e ignoran a la ONU.

En el peligroso escenario de Oriente Medio no aparece el presidente estadounidense Joe Biden. Por el contrario, su ausencia debe ser definida por su extrema debilidad política. No es un pato cojo, políticamente ha quedado amputado de ambas patas. No hay duda de que Netanyahu aprovecha su condición.

Un día dice una cosa y al otro día dice otra diferente. El miércoles, Biden comentó que no estaría apoyando la idea de lanzar misiles a instalaciones petroleras de Irán. Ayer dijo: “Estamos discutiendo eso. Creo que sería un poco... de todos modos”, sin haber concluido la frase (AFP, 3 de octubre).

Solo Francia y el Alto Representante de Exteriores de la Unión Europea salieron a la defensa de Guterres.

Es lamentable que el mundo democrático guarde silencio frente al gravísimo ataque de Israel en contra del secretario general de la ONU. Lo podríamos lamentar muy pronto.

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Fue profesor investigador en el departamento de Estudios Internacionales del ITAM, publicó el libro Referéndum Twitter y fue editor y colaborador en diversos periódicos como 24 Horas, El Universal, Milenio. Ha publicado en revistas como Foreign Affairs, Le Monde Diplomatique, Life&Style, Chilango y Revuelta. Actualmente es editor y columnista en El Economista.

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