Buscar
Política

Lectura 3:00 min

El 80% de mujeres presas, ?lo están por narcomenudeo

Cerca de 70% de las mujeres presas en América se encuentran en prisión por delitos no violentos de microtráfico de drogas; ese porcentaje aumenta cuando se trata de las cárceles mexicanas.

Cerca de 70% de las mujeres presas en América se encuentran en prisión por delitos no violentos de microtráfico de drogas; ese porcentaje aumenta cuando se trata de las cárceles mexicanas.

La mayor parte de las mujeres que ingresan al mercado de las drogas, lo hacen con un bajo perfil, es decir como microtraficantes, indica el informe Mujeres y droga en las Américas , de la Organización de Estados Americanos (OEA).

El perfil de las mujeres participantes en la industria de la droga son jóvenes, pobres, analfabetas, con poca escolaridad, madres solteras y responsables por el cuidado de sus hijos. En la mayoría de los casos, estas mujeres no tienen un papel predominante en las redes de narcotráfico y se encuentran en los niveles más bajos de la cadena, en los cuales los premios son pocos y la violencia por lo general es muy común .

De acuerdo con la OEA, en México, 80% de las presas en los Centros Federales de Readaptación Social está ahí por delitos relacionados con las drogas, en comparación con 57% de la población carcelaria masculina. De las mujeres que estaban encarceladas debido a delitos relacionados con las drogas, 98.9% eran infractoras primarias y 92% de los delitos fueron cometidos sin armas y sin violencia.

El informe refiere que las mujeres que actúan como mulas o portadoras son las que con frecuencia resultan más vulnerables y expuestas al mercado negro y por esta razón terminan siendo explotadas por aquellos que tienen mayor autoridad en la cadena de la actividad ilícita, terminan siendo encarceladas y recibiendo sentencias severas.

Además, las mujeres con frecuencia desempeñan papeles administrativos en la distribución de las drogas y esto les permite realizar sus tareas y al mismo tiempo atender a sus hijos. La situación de violencia y la exclusión social y laboral que enfrenta las mujeres en las Américas y en otras regiones contribuyen a su exposición en ese ámbito .

El estudio también indica que los países de cultivo, producción y tránsito de droga, como México, tienen un alto impacto negativo en la seguridad, la economía, relaciones sociales y la gobernabilidad democrática.

Finalmente, la investigación menciona que se debe trabajar a favor de la adopción de un enfoque más humano de las políticas sobre drogas, en las que los delitos de pobreza, tales como los delitos relacionados con las drogas y no violentos, de bajo nivel y cuyos participantes son vulnerables (la mayoría de las mujeres participantes) no son tratados con enfoques punitivos sino que son manejados dentro de una agenda de desarrollo.

Cuando la política se ha concentrado casi exclusivamente en la reducción de la oferta y la demanda a través de medidas punitivas, esto ha tenido efectos negativos en cuanto al desarrollo socioeconómico y humano y con frecuencia ha conducido a la violación de los derechos humanos .

Además, se requiere reorientar las políticas de drogas para incluir la perspectiva de género y derechos humanos, así como desarrollar criterios adecuados para medir su éxito.

Y proporcionalidad en los procedimientos judiciales con respecto a los delitos relacionados con las drogas. Es decir, revisar la legislación sobre sentencias penales de manera que sean proporcionales con respecto al delito.

veronica.macias@eleconomista.mx

Únete infórmate descubre

Suscríbete a nuestros
Newsletters

Ve a nuestros Newslettersregístrate aquí

Últimas noticias

Noticias Recomendadas