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El sufragio mexicano, el más caro de AL
Para la confederación patronal de la repúblcia Mexicana la reforma electoral del 2007, aumentó las prerrogativas de los partidos. Así que con la ley electoral vigente, en 2012, cada uno de éstos recibirá un extra de 50% de su financiamiento ordinario.
La reforma electoral del 2007 no significó ahorros para la democracia mexicana, pues cada voto cuesta 17 dólares, lo cual hace a nuestro sistema electoral el más caro de América Latina, con una proporción mayor de 18 veces, afirmó el sector patronal del país.
En el marco del 20 aniversario del IFE que se celebra hoy, Gerardo Gutiérrez Candiani, presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), aseveró que el Instituto Federal Electoral no tiene la capacidad ni debe ser un censor de la expresión política y ciudadana, acotando con criterios altamente subjetivos el derecho de opinión y de informarse .
La reforma electoral, a la que se opuso el sector empresarial por violar las garantías individuales y los derechos del ciudadano, aumentó las prerrogativas de los partidos. Así que con la ley electoral vigente, en el 2012 cada uno de éstos recibirá un extra de 50% de su financiamiento ordinario para gastos de campaña; además, su cuota aumenta cada año, porque se incrementa en proporción directa del crecimiento del padrón, en vez del número de votantes efectivos para cada partido.
Sostuvo que las elecciones federales del 2009 le costaron a los contribuyentes 12,880 millones de pesos: casi 43 millones de pesos por cada uno de los 300 diputados uninominales elegidos. Todo esto sin contar 23 millones de spots en un plazo de seis meses, casi 29 veces más que en los comicios de 2006 , refirió.
A través del videomensaje semanal Señal Coparmex, el líder del sindicato de los empresarios criticó que a cambio de tanto dinero, nuestro sistema político presente un déficit importante de representatividad y productividad.
Mejorar la rendición de cuentas en el costo de la estructura electoral y de partidos en México es un gran pendiente. Los ciudadanos no necesitan más spots para decidir , destacó.
lgonzalez@eleconomista.com.mx