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Política

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Necesitamos más policías locales… y que reciban mejor trato

A escala nacional, hay una tasa de 0.9 policías por cada 1,000 habitantes, cuando el ideal fijado por el gobierno es de 1.8; son sometidos a jornadas extenuantes y estrés extremo que afecta su salud, situación que no se ve compensada en sus salarios.

México requiere duplicar el número de integrantes de las policías estatales y mejorar considerablemente sus condiciones laborales y percepciones salariales, con el fin de fortalecerlas institucionalmente para estar aptas para generar condiciones de seguridad en el país, consideran expertos en políticas públicas de ese sector.

De acuerdo con los resultados del Censo Nacional de Seguridad Pública Estatal 2021, presentados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), actualizados en febrero de 2022, al cierre de 2020, la cantidad de personal adscrito a las instituciones encargadas de la función de seguridad pública de las entidades federativas fue de 225,544.

Comparado con la cifra reportada en 2019, la cantidad de personal disminuyó 2.6% en 2020. Destaca Ciudad de México al concentrar el mayor número de efectivos, con 90,671.

En el mismo periodo, la tasa nacional de elementos de la policía preventiva por cada 1,000 habitantes fue de 0.9. El estándar mínimo establecido en el Modelo Óptimo de la Función Policial del gobierno federal señala 1.8 policías por cada 1,000 habitantes.

La ciudad de México y Tabasco encabezan la lista de entidades con mayor tasa con 3.4 y 1.6, respectivamente. Los peor evaluados en ese indicador son Coahuila, con 0.1 y Baja California, con 0.2. Hay 10 estados que tienen tasas menores a 0.5 por cada 1,000 habitantes.

Por otra parte, los policías son sometidos a jornadas extenuantes y estrés extremo que afecta su salud, situación que no se ve compensada en sus salarios, los cuales son dispares a escala nacional. Incluso a pesar de los planes del Secretariado Ejecutivo y la Comisión Nacional de Salarios Mínimos, que señala que un policía debe ganar mínimo 13,500 pesos mensuales, eso no se cumple en varias entidades.

En ese sentido, Genaro Ahumada, investigador de la organización Causa en Común, señaló que las condiciones de precariedad en el que laboran los policías locales ha ocasionado que entre diciembre de 2018 y abril de 2022, se realizaran al menos 129 paros de policías para exigir mejores condiciones de trabajo.

El investigador llamó la atención en que de diciembre de 2018 al 24 de mayo de 2022, han sido asesinados 1,556 policías o expolicías, lo que quiere decir que, en promedio en México se asesina a un policía diario.

El Censo Nacional de Seguridad Pública Estatal 2021 refiere que, del total del personal en corporaciones policiacas estatales, 44.9% percibió ingresos mensuales brutos de 10,001 a 15,000 pesos.

Respecto de las prestaciones laborales recibidas durante 2020 por el personal adscrito a las instituciones de seguridad pública estatal, 87.3% recibió aguinaldo, 86.0% prima vacacional, 74.4% seguro de vida, 53.6% fondo de ahorro para el retiro, 50.0% vales de despensa, 39.3% servicios médicos, 35.5% servicios psicológicos, 28.9% guardería y 24.6% apoyo para gastos funerarios.

Al cierre de 2020, un total de 99,015 elementos adscritos a las corporaciones policiales estatales contaron con Certificado Único Policial vigente.

Al respecto Francisco Rivas, director general del Observatorio Nacional Ciudadano (ONC), comentó que es posible fortalecer a las policías locales, aún a pesar del gobierno federal, pero realmente es una situación muy difícil porque la construcción de policías no es un asunto sencillo.

Lo primero que hay que hacer es limpiar instituciones, lo que significa investigar si todas las personas que trabajan en una corporación tienen los elementos básicos para poder hacerlo, tanto en términos de formación, integridad, salud, competencias, entre otros.

Segundo, reclutar nuevos elementos, lo cual es sumamente complicado, pues por cada 100 aspirantes a policías, 17 son aptos y de éstos 11 terminan la formación y de éstos solo 9 ingresan a la corporación. Esa es la experiencia en el ámbito federal.

Ese ejercicio debe hacerse en todo el país porque hoy por hoy tenemos policías en activo que no se sabe si son honestas o corruptas y son a todas luces insuficientes.

Además, indicó que el Consejo Nacional de Seguridad Pública está prácticamente desmantelado, por lo cual hoy no es la mejor instancia para resolver el problema en que se encuentran las policías del país, además de que prácticamente no sesiona.

La prioridad deben ser las municipales

A su vez Miguel Garza Flores, director ejecutivo del Instituto para la Seguridad y la Democracia, A.C. (Insyde) recordó que, por años la forma en que se repartía el presupuesto federal se convirtió en un incentivo perverso, ya que se destinaba más recurso a quienes tenían mayores problemas reflejados en mayores índices delictivos.

Eso lo que ocasionó fue que otras entidades abandonaran a sus policías y de esa forma recibían más presupuesto.

El especialista indicó que, por el régimen federal del país, es difícil sancionar al estado que abandona a su policía, por ejemplo, a través del secretariado Nacional de Seguridad Pública.

Aunque cada estado se trazara un plan de ruta en un tiempo determinado, no hay sanciones para quienes no llegan a sus metas.

Dijo que la experiencia internacional de reformas exitosas en materia policiaca señala que la prioridad debe ser fortalecer a las policías municipales. Eso quiere decir que es mejor apostar a más cuerpos policiacos reducidos en número, que cubren menos territorio, pero que están muy sólidas en su funcionamiento, aunque no es una regla, pues hay casos como en Tamaulipas, donde desaparecieron las municipales y hay una muy buena policía estatal.

El fenómeno de la violencia es muy diferente en cada estado y en cada municipio, por lo cual el tipo de policía debe ser diferente.

El investigador destacó que hay claves para revertir el estado de cosas: La voluntad política, independientemente del partido que gobierne; la presión y la cooperación de la sociedad civil y un impulso desde el gobierno federal, tal vez desde el Secretariado Nacional de Seguridad, mediante la implementación de una estrategia nacional de mediano y largo plazo que sortee los periodos de gobierno.

En ese tenor, Francisco Rivas dijo que lo que sí se podría hacer es acciones como las que han realizado en Chihuahua, donde los empresarios se han fijado aportaciones para políticas públicas que tienen como objetivo generar condiciones de seguridad, incluido el fortalecimiento institucional de los cuerpos policiacos.

Ejemplo de ello, son esfuerzos que se hacen a través de la Fundación del Empresariado Chihuahuense (FECHAC) y el Fideicomiso para la Competitividad y Seguridad Ciudadana (FICOSEC) de esa entidad.

Por su parte Miguel Garza Flores, destacó que hay municipios donde se ha trabajado localmente para fortalecer a sus policías. Tal es el caso de las de los de San Pedro Garza García, Nuevo León; Ciudad Juárez y Chihuahua, Chihuahua. A escala estatal se consideran buenas policías las de Querétaro, Chihuahua, Estado de México, Tamaulipas y Nuevo León. En el caso de estas dos últimas hay esfuerzos importantes para fortalecer a las policías que involucran a la sociedad civil, particularmente a través de los empresarios. Incluso en Guanajuato, donde establecieron un impuesto de 3% a la nómina y esos recursos se van directos a prevención del delito y reforma policial.

diego.badillo@eleconomista.mx

Periodista mexicano, originario de Amealco, Hidalgo. Editor del suplemento Los Políticos de El Economista. Estudié Sociología Política en la Universidad Autónoma Metropolitana. En tres ocasiones he ganado el Premio Nacional de Periodismo La Pluma de Plata que entrega el gobierno federal. También fui reconocido con el Premio Canadá a Voces que otorga la Comisión Canadiense de Turismo, así como otros que otorgan los gobiernos de Estados Unidos y Perú.

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