Los jubilados serán pobres

Se prevé que los jóvenes de entre 28 y 30 años de edad tendrán una pensión mucho más precaria en comparación con los adultos mayores pertenecientes a la generación de la transición del nuevo sistema de retiro, si no se hacen los cambios estructurales y culturales para crear una conciencia del ahorro.

Así lo advirtieron especialistas de Ernst & Young y el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas durante la presentación del libro Temas relevantes y aplicaciones prácticas en materia de retiro y jubilación.

Plantearon que si no se generan los empleos necesarios y en buenas condiciones, el llamado bono demográfico terminará por vivir una de las jubilaciones más lamentables, pues no podrán tener la opción de una pensión mínima garantizada por el gobierno.

La experta en materia de Seguridad Social, Marcela Flores, alertó que sin ser catastrofista, de no hacer nada, augura un futuro negro para los jóvenes en nuestro país.

Se requiere pagar más

Y es que, desde su perspectiva, no sólo es necesario asegurar que la juventud tenga un empleo sino que esté bien pagado y que ahorren parte de su salario de manera voluntaria.

Advirtió que las pensiones de los jóvenes serán insuficientes si no se sostienen en tres pilares: acumulación de recursos en una Afore, los planes corporativos de pensiones y el ahorro individual no obligatorio.

Ombudsman de las pensiones

La especialista recomendó que, ante las fallas del sistema de cuentas individuales, haya un ombudsman de las pensiones o un Instituto Nacional de Pensiones.

Carlos de la Fuente dijo que los adultos mayores que gozarán de una pensión a mediados de este siglo apenas serán algo más de la cuarta parte de las personas de la tercera edad.

El problema seguirá agravándose, dijo, si se toma en cuenta que hoy los pasivos contingentes por pensiones representan 150% del PIB, es decir 20 billones de pesos y que sólo 450 empresas de un total de 9,000 registros patronales cuentan con planes privados.

lflores@eleconomista.com.mx