Patricia afectará ganancias de aseguradoras: Moody’s

Moody’s Investors Service estimó que en el cuarto trimestre del año las ganancias de las aseguradoras de daños disminuirán, debido al incremento en el pago de siniestros generado por el impacto del huracán Patricia.

La calificadora internacional recordó que el viernes pasado Patricia, un huracán que alcanzó la categoría 5, tocó tierra en México con vientos de 165 millas por hora en Jalisco, su amplia franja de viento y el agua también afectó a los estados de Nayarit, Colima y Michoacán.

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Y aunque el recuento total de las pérdidas aseguradas llevará semanas e incluso meses, todo indica que el poder destructivo de la tormenta por el viento y las inundaciones fue menor a lo esperado, añadió.

Sin embargo, el incremento por el pago de siniestros disminuirá las ganancias de las aseguradoras de daños con concentraciones regionales significativas en la zona afectada, precisó en un comunicado.

La evaluadora precisó que las aseguradoras de daños, incluyendo las 10 más grandes, poseen una gran fortaleza financiera para absorber pérdidas por siniestros en hoteles, edificios públicos, propiedades, entre otros riesgos.

Esperamos que los resultados técnicos de las aseguradoras no se vean tan afectados, ya que mantienen una exposición diversificada a los riesgos y tienen sólidos ingresos financieros por inversiones, los cuales son suficientes para mitigar el efecto en los ingresos y su nivel de capitalización para el cierre del año , acotó.

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Moody’s comentó que la Organización Meteorológica Mundial advirtió que el huracán fue el más fuerte visto en el hemisferio occidental, comparable en magnitud al Tifón Haiyan, que causó devastación en las Filipinas en 2013.

Apuntó que el huracán Patricia es el tercero en golpear la costa pacífica de México en los últimos años, por su magnitud alcanzada parecía ser mucho peor que el huracán Ingrid en 2013, que cortó el acceso a Acapulco una semana.

También que el huracán Odile en 2014, que causó grandes daños a la localidad de Los Cabos y puso a prueba la capacidad del gobierno mexicano para reparar la infraestructura y restaurar los servicios básicos.

Debido al nivel de penetración del sector asegurador, espera que la mayoría de las pérdidas aseguradas se produzcan en las regiones más densamente pobladas, incluyendo la zona turística de Puerto Vallarta, el área metropolitana de Guadalajara, zona Punta Mita y Manzanillo.

Sin embargo, los estados afectados representan una porción muy pequeña del mercado asegurador de daños y de la actividad económica en México, subrayó la calificadora internacional de riesgo crediticio.

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La firma calificadora mencionó que en México como en otros países con costas de América Latina, el daño más grave como consecuencia de los desastres naturales en general recae de manera desproporcionada en la población de bajos ingresos, que es el sector de la población con menor cobertura y protección de las aseguradoras.

Indicó que las aseguradoras cuentan con programas de reaseguro importantes para transferir la mayor parte de los costos por siniestros a los principales reaseguradores internacionales.

Además, las aseguradoras pueden liberar parte de sus reservas para catástrofes en las cuentas de orden a fin de mitigar el efecto de las pérdidas en su capital en caso de presentarse, puntualizó.

Moody’s expuso que México por su posición geográfica y la susceptibilidad a las pérdidas por fenómenos naturales que afectan tanto al Golfo y las costas del Pacífico, es uno de los países más expuestos a los desastres naturales del mundo, pues los huracanes, las inundaciones y los terremotos ocurren con relativa frecuencia.

Según la empresa de modelos de riesgo de catástrofe Risk Management Solutions, hubo sólo un huracán de categoría 5 que tocó tierra en la costa del Pacífico de México en el pasado, en octubre de 1959, huracán que siguió una ruta similar a la de Patricia y causó 1,800 muertes.

De acuerdo con Moody´s, los 10 desastres naturales más costosos sucedidos en México según los costos brutos asociados son: el huracán Wilma (2005) con 1,700 millones de dólares; Tabasco Inundaciones (2007) con 700 millones de dólares, y el huracán Gilberto (1988) con 567 millones de dólares.

Además, del terremoto de la Ciudad de México (1985) con 473 millones de dólares; el huracán Isidoro (2002) con 308 millones de dólares; el huracán Emily (2005) con 302 millones de dólares; el huracán Stan (2005) con 228 millones de dólares y el huracán Kenna (2002) con 176 millones de dólares.

El huracán Juliette (2001) con 90 millones de dólares y el huracán Paulina (1997) con 62 millones de dólares, según información de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS).

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