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Sector Financiero

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La nube: motor de cambio en el sistema financiero, pero con desafíos pendientes

Bancos, sofipos y fintech son los sectores que más utilizan esta herramienta; cooperativas y uniones de crédito, los más rezagados.

¿Podrían los servicios en la nube transformar por completo los servicios financieros en México? Mientras los bancos, fintech y financieras populares (sofipos) lideran este cambio, otros sectores se encuentran rezagados en esta revolución tecnológica.

En los últimos meses, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) ha demostrado una mayor apertura para la adopción del uso de la nube en el sistema financiero, lo cual, junto a los anuncios de inversión que han realizado los grandes proveedores, ha propiciado que más instituciones utilicen esta tecnología.

Datos de la CNBV obtenidos por este medio, arrojan que, hasta octubre pasado, 68% de los bancos, 56% de las instituciones de fondos de pago electrónico, 71% de las de fondeo colectivo y 58% de las sofipos utilizaban servicios en la nube; mientras que casas de bolsa (47%), cooperativas (10%) y uniones de crédito (0%) se mantenían rezagadas.

De acuerdo con el Instituto Mexicano para la Competitividad, el uso de servicios de cómputo en la nube es un cambio de paradigma en la forma de almacenar y acceder a la información por parte de las entidades financieras, ya que posibilita la expansión de la oferta de servicios, así como su cobertura. En pocas palabras, puede ser uno de los pilares en el avance de la digitalización de servicios financieros.

Durante este año empresas como Amazon Web Services, Microsoft y Google han anunciado inversiones millonarias en México para fortalecer la infraestructura de nube en el país.

Para Raúl Nava Salazar, director de la Corporación Financiera Internacional (IFC, por sus siglas en inglés) del Banco Mundial, la apertura al diálogo por parte del regulador, un mayor entendimiento de esta tecnología por parte de las entidades financieras y su necesidad de ser más ágiles en materia de servicios financieros ha propiciado un avance en la adopción de estas herramientas.

“A lo largo de los años, ha habido un diálogo continuo entre autoridades y proveedores de la nube para que esto pueda ir sucediendo”, comentó Nava.

Según Nava Salazar, dentro de los beneficios del uso de la nube para entidades financieras está el de la escalabilidad y uso de recursos, así como el análisis y procesamiento de grandes volúmenes de información.

En los tiempos de la pandemia, los canales físicos de muchas entidades financieras dejaron de funcionar y la operación se volcó exclusivamente a los canales digitales y en varias instituciones, éstos colapsaron. Con un esquema de operación en la nube, esto es fácilmente previsible porque, en función de los recursos de cómputo que se ocupen, una institución puede proporcionar esa escalabilidad (hacia la atención digital) como tal”, acotó.

Los retos en el entorno

Pese al avance en el uso de la nube en el sector financiero, Nava Salazar indicó que todavía hay retos, tanto regulatorios como culturales de las instituciones financieras para un mayor avance en la utilización de estas herramientas.

“Hasta donde sé, la CNBV no permite operar el core bancario de una institución financiera en la nube a 100%; esto podría verse como la última frontera para tener una operación completamente adaptable en la nube”, acotó el especialista del IFC.

Si bien, la CNBV ha expresado su apertura al diálogo en temas de uso de servicios de la nube, su postura es que hay que acotar los riesgos que también los proveedores representan en materia de continuidad de negocio, bloqueo de servicios, concentración y hasta situaciones geopolíticas.

Para Nava Salazar, si bien las preocupaciones de la autoridad tienen fundamentos, en países como Brasil o Argentina se ha demostrado que dichos riesgos se pueden acotar para ser más flexibles en el uso de la nube.

De acuerdo con José Manuel Cruz Contreras, presidente de la Confederación de Cooperativas de Ahorro y Préstamo de México, ahora que la CNBV ha definido las reglas para el uso de la nube, especialmente en temas de seguridad de la información, es necesario evaluar el tema del costo-beneficio para que más entidades de este gremio adopten estas herramientas.

Se tendrá que cambiar el chip dentro de las propias cooperativas y decidir si es más conveniente tener un servidor que nadie ve (como en la nube), a que se tenga en físico con el riesgo de que se lo roben. Tendremos que valorar temas de costos”, comentó Cruz Contreras.

El especialista del IFC indicó que una mayor adopción en la nube se traduce en mejores servicios para el usuario final. “Al final de cuentas, estos esquemas permiten hacer más eficientes los servicios, más escalables y esto al final, es en beneficio del usuario de servicios financieros”.

Infográfico EE

Fernando Gutiérrez es editor de EconoHábitat

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