Lectura 3:00 min
El picor del chile ayuda a combatir ?el sobrepeso
Investigadores encuentran que la sustancia activa del chile estimula al metabolismo y lo lleva a consumir más energía por medio de la generación de calor.
Aún no hay resultados definitivos, pero tal parece que el chile, y en particular su ingrediente activo la capsicina, puede ser un elemento clave en el combate a la obesidad.
Investigadores de la Universidad de Wyoming tienen datos y un modelo que indican que ese tercio de la población mundial que la OMS estima que padece sobrepeso u obesidad podría encontrar un remedio en las picosas frutas.
En particular, la capsicina puede ayudar a combatir el sobrepeso causado por la ingesta de calorías en forma de grasa, la cual resulta tan apetitosa para la mayor parte de los seres humanos que no nos permite mantener dietas estrictas.
El equipo liderado por Baskaran Thyagarajan encontró que la sustancia activa del chile estimula al metabolismo y lo lleva a consumir más energía. Esto lo hace por medio de la termogénesis; es decir, la generación de calor.
Chile y grasa, ?buena combinación
El efecto que se logra de la estimulación por parte de la capsicina a las células grasas, tanto blancas como cafés, no se ha estudiado a fondo en pruebas clínicas controladas, aunque se espera que eventualmente ayude en la prevención de las complicaciones relacionadas con el sobrepeso, como la diabetes tipo 2 o la hipertensión arterial.
En nuestros cuerpos, las células grasas blancas almacenan energía y las cafés funcionan como una máquina termogeneradora que quema la grasa almacenada , explica Vivek Krishna, coautor del estudio.
Lo que sí encontraron es el receptor celular que se activa con la capsicina (una canal proteico llamado TRPV1). En sus experimentos, una pequeña porción de la sustancia (0.01% en una dieta alta en grasa) impidió que ratones blancos de laboratorio subieran de peso, mientras que no sucedió lo mismo a la cepa a la que genéticamente se le había sustraído el TRPV1.
La dieta con capsicina no aumentó la cantidad de comida o bebida de los ratones, pero sí su gasto energético. Su hipótesis es que esta dieta promueve que el tejido graso blanco pase a ser café y termogénico, lo que combate la obesidad.
El equipo se dispone a hacer las pruebas clínicas pero también a buscar otras moléculas que puedan funcionar como la capsicina y que eventualmente pudieran usarse como fármacos contra la obesidad. Mientras tanto, ya propusieron una patente para la parte de creación de fármacos que se derive de su descubrimiento.
Es difícil saber aún si desarrollarán estos fármacos y cuándo saldrán a la venta. Pero a la mayor parte de nuestros lectores mexicanos puede que esto les tenga sin cuidado, siempre y cuando recuerden ponerle mucha salsa a sus gorditas de chicharrón fritas en manteca de cerdo o a cualquier fritanga similar... Sí, el efecto no está demostrado, pero ¿quién nos quitará el gusto y lo enchilados?