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Industria librera, sin rumbo en el camino digital
Organizada por la Feria de Frankfurt, la mesa Digitalización, ¿a dónde conduce el camino? sirvió para abordar el tema desde el mercado editorial. Y, como siempre ocurre en estos casos, fueron más las dudas que las certezas.
Hacia 1450, el alemán Johannes Gutenberg revolucionó la industria del libro: su imprenta de tipos móviles vino a cambiar para siempre la manera de producir los volúmenes.
Quizá por eso no deja de ser simbólico que haya sido precisamente Alemania, a través de la Feria de Frankfurt, la encargada de poner sobre la mesa de la XXV Feria Internacional del Libro de Guadalajara una charla con el título Digitalización, ¿a dónde conduce el camino? , con la idea de dar un poco de luces de cómo está enfrentando el mercado editorial la nueva manera de hacer libros. Una cosa quedó clara: nadie tiene la menor idea.
Moderados por Cristóbal Pera, de Random House, en la charla participaron Carlos Ramírez Vilela, de Santillana; Carlo Carrenho, de Publish News en Brasil; Patricia Arancibia, de Barnes & Noble; y Ronald Schild, director general de MVB Marketing, una subsidiaria de la Asociación de Editores y Libreros Alemanes. Todos llegaron con una ponencia en la que explicaron cómo han ido enfrentando, desde sus frentes, el arribo de los dispositivos de lectura digital y el e-book.
Para abrir la charla, Pera señaló en su introducción que la coyuntura digital es como un juego de la silla, en el que cada actor de la cadena del libro está dando vueltas alrededor y pensando quién será el siguiente en quedarse sin asiento . En todo caso, sí hay alguien que tiene garantizada su silla: los lectores, que serán beneficiados pase lo que pase .
Luego, cada ponente habló de su caso. Carrenho explicó que aun cuando las cifras son bajas, el mercado digital comenzó a crecer desde octubre de 2009, con el lanzamiento del Kindle de Amazon. A partir de eso comenzaron a surgir distribuidoras de e-books y el mercado ha crecido a un ritmo sostenido. Y la cosa no va a parar: el gobierno brasileño anunció que en 2013 comenzará a comprar contenido digital. Entonces sí, los que no quieran entrarle no tendrán otra alternativa , dijo.
En la misma línea intervino Ramírez Vilela. Señaló que hay una paradoja: es necesario actuar con velocidad, pero el mercado no crece a ese ritmo. Sin embargo, no hay alternativa: El que mira atrás, se queda atrás. Lo que hay que hacer es pensar cómo quitar el chip analógico porque este es otro negocio y no existe otro camino . Puso sobre la mesa la necesidad de unificar legislaturas e incluso el precio del libro en la aldea global, para poder distribuir los libros digitales de igual manera en todo el mundo.
Por su parte, Schild señaló que para evitar el duopolio de Google y Amazon, la Asociación de Editores y Libreros Alemanes creó Libreka!, una iniciativa que involucra a 1,400 editoriales y 600 librerías, con un catálogo cercano a los 80 mil e-books en circulación. La intención a futuro es digitalizar toda la producción editorial, aunque ahora apenas se tenga un 7 por ciento.
Patricia Arancibia fue la más radical. Después de hablar del potencial que tiene el libro en español, en especial el digital, entre la población latina de Estados Unidos, señaló que lo más importante es integrar lo digital y lo impreso, para que el lector lea lo que quiera, como quiera y en el formato que quiera . Después, echó por tierra el argumento del precio global unificado porque no hay una moneda global ni hay paridad de circunstancias. Estamos hablando de una visión del mundo que no existe .
Y luego, el tema recurrente: la piratería. Carlos Ramírez señaló que los editores tenían mucho qué aprender de los piratas, mientras que Arancibia hizo hincapié en el hecho de que hay una visión romántica en América Latina de que todos los contenidos deben de ser libres. Si llegamos a eso, no va a haber creadores que vivan de esto. Los contenidos libres son buenos, sí, pero para los desarrolladores de tecnología .
Y luego soltó una frase que, simple y contundente, sirvió para englobar lo que se dijo en la mesa y que, al parecer, seguirá repitiéndose en N charlas y conferencias y ponencias por venir: Esto es un tema complejo que no ha resuelto la música, ni el cine, ni la televisión. Si ellos que tienen muchos más recursos no lo han hecho, no veo que los editores podamos hacerlo .
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