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“¡Que viva la comunidad mexicana en Nueva York!”: Así se vivió el Grito de Independencia, en Bryant Park
Miles de inmigrantes de origen mexicano se reunieron en el Bryant Park en Nueva York para degustar comida de su tierra natal, bailar música tradicional y compartir en familia sus historias de cómo llegaron a la gran ciudad.
El día 15 de septiembre se celebró el primer Grito de Independencia en Bryant Park en Nueva York, organizado por el Consulado General de México en Nueva York. Miles de inmigrantes de origen mexicano se reunieron para degustar comida de su tierra natal, bailar música tradicional y compartir en familia sus historias de cómo llegaron a la gran ciudad.
Caminando por la Quinta Avenida de Nueva York se escuchaban cientos de personas cantando al ritmo de Juan Gabriel, y el olor a cochinita pibil atraía a los peatones. El día 15 de septiembre miles de mexicanos se reunieron para el Grito de Independencia en Bryant Park, vistiendo la bandera nacional como capa y camisas de la selección como uniforme.
Se estima que alrededor de 10.7 millones de inmigrantes de origen mexicano residen en Estados Unidos y estar fuera del país no es un obstáculo para los mexicanos que buscan celebrar la independencia al norte de la república.
Diega Flores, originaria de Puebla, lleva 33 años viviendo en Nueva York después de emigrar con sus dos bebés en busca de “una buena vida”. Se enteró del evento por su hija quien vio el anuncio del consulado en redes sociales y ansiaba por vivir el grito y escuchar música típica de su tierra natal. Flores esperaba a lado de las carpas de comida, donde se ofrecían desde nachos veganos hasta cochinita pibil y barbacoa típica. El evento “es una invitación a todos los mexicanos a que no pierdan sus culturas ni sus raíces”, dijo Diega, quien no ha podido regresar a México desde que llegó a EU.
El Consulado General de México en Nueva York organizó por primera ocasión la celebración del Grito de Independencia en el parque neoyorquino bajo el liderazgo del Cónsul Jorge Islas Robles, y obtuvo patrocinios de marcas como Jarritos, Gran Centenario Tequila y Univisión entre otros. La entrada al evento fue gratuita y en el escenario instalado enfrente de la biblioteca pública de Nueva York se presentaron diversos grupos de mariachi, un DJ, bailarines folklóricos e incluso Thalía.
A las 6:10 p.m., el parque ya estaba lleno, a pesar de que el evento abrió sus puertas a las 6:00 p.m. Familias enteras acapararon el parque, y una de ellas fue la de Landon y Jorge Plaza, quienes iban acompañados de otros cuatro familiares. La familia Plaza viajó desde Pennsylvania hasta Nueva York, una excursión de dos horas más el tráfico de Manhattan, para celebrar el evento que vieron en la página del consulado en Facebook. “Pues que viva México,” dijeron Landon y Jorge mientras presumían sus banderas y pelucas tricolor.
El parque estaba lleno, y se estima que llegaron alrededor de 12 mil personas, según cálculos de la policía de Nueva York. Había solo dos áreas de acceso al área central del parque, por lo que varios individuos empezaron a saltar bardas para acceder más rápido. Los organizadores del evento le pidieron al público que se “portara bien”, y después de dos llamadas de atención, el ambiente se calmó.
Eduardo de la Fuente, residente de Nueva York y originario de Monterrey, transmitió el inicio del evento en redes sociales para aquellos que no pudieron acudir. A pesar de tener una hija Americana, él ha tenido problemas con su estatus migratorio, pero eso no lo detiene de su pasión: el mantenimiento de edificios antiguos. Eduardo emigró a EU a sus 18, y llegó a Tennessee donde vivió algunos años. Consiguió una oportunidad en Nueva York la cual le ha dado gran éxito económico, y aunque la ciudad le parece “muy insegura,” él se siente protegido. “Gracias a Dios Nueva York que es un estado santuario donde no existe la persecución para los inmigrantes y de alguna manera puedes vivir en paz”.
Aparte de la buena comida y la convivencia familiar, el evento también invitó el reconocimiento de sus paisanos. Guadalupe Romero, o Lupita, quien ha dedicado su vida como inmigrante en Nueva York a ofrecer servicios de educación en español, fue reconocida con el Reconocimiento Ohtli, el “máximo reconocimiento que otorga el Gobierno de México a miembros de la Comunidad Mexicana” presentado por el Instituto de los Mexicanos en el Exterior.
“La ciudad de Nueva York por primera vez está reconociendo un poquito a los mexicanos”, dijo Graciela Robles, quien se encontraba del otro lado del parque. Iba acompañada de su tía y su perro “Panchito”, quien vestía una camiseta de la selección mexicana para mascotas.
Graciela cruzó el desierto para llegar a EU cuando tenía solo 17 años y llegó a Nueva York con su mamá, su hermana y sus dos hermanos en 1993. Por primera vez ella celebró el grito en EU. “Hay tanta hermandad, me emociona verte tanta gente”, dijo Graciela, “todos ellos tienen una historia diferente de porque emigraron a este país, la travesía, todos sufrimos de una diferente manera, pero todos tenemos casi la misma historia”.
Al pasar las horas, comenzó a anochecer. El cónsul Islas Robles tomó el escenario e invitó a todos en el parque a mirar al horizonte y entre los muchos edificios de la ciudad, se vio el icónico Empire State Building pintar sus luces de los colores patrios: verde, blanco y rojo.
Se prendieron los celulares del público y en armonía se cantó el himno nacional. Y claro, no podía faltar el grito, el cual encabezó el Cónsul General Islas Robles, junto con el alcalde de Nueva York, Eric Adams, y miembros de su administración, agregados de la Misión de México ante las Naciones Unidas y la embajadora Alicia Buenrostro Massieu. Ante los miles de paisanos se tocó una campana en el escenario y el centro de la ciudad se llenó con el grito de “Viva México”.