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Un invento transforma las señales eléctricas de las plantas en música
Las señales de bioelectricidad que emiten las plantas se pueden traducir en sonido; es como si se les diera voz a través de un piano, un violín o una guitarra, y después, con ese material, se pueden componer piezas musicales, explica su creadora Xóchitl Cruz.
Las señales de bioelectricidad que emiten las plantas se pueden traducir en sonido; es como si se les diera voz a través de un piano, un violín o una guitarra, y después, con ese material, se pueden componer piezas musicales, explica Xóchitl Cruz, creadora de Madis Agromusic, dispositivo que, asegura, podría mejorar la producción agrícola
Xóchitl Cruz Cárdenas es licenciada en Música y maestra en Ingeniería en Biosistemas. Con este perfil diseñó un dispositivo que transforma las señales eléctricas de las plantas en música, a través de un aparato denominado Madis, que forma parte del proyecto Madis Agromusic. El dispositivo funciona mediante dos electrodos que se conectan a las plantas y captan los impulsos; la señal se procesa mediante un transductor –un artefacto que convierte una determinada energía de entrada en una diferente de salida– que permite obtener una conexión MIDI para asignar un sonido a las frecuencias, que puede ser cualquier instrumento musical virtual.
Al estar estudiando la carrera en la Facultad de Artes de la Universidad Autónoma de Querétaro, Cruz Cárdenas se empezó a cuestionar sobre la pertinencia de su carrera, pues ella tenía claro que quería hacer algo más que sólo aprender a tocar un instrumento.
Ella es guitarrista y aunque asegura que es todo un arte y una disciplina poder dominar un instrumento, ella pensaba en alguna manera en que su trabajo pudiera impactar de forma positiva, cómo ayudar a través de la música. Su primer acercamiento con algo que podría tener este componente llegó a través de la musicoterapia, pero trabajar con seres humanos no era justamente lo que buscaba.
En esa exploración de información, llegaron hasta ella ciertos artículos científicos sobre el efecto que tenía la música sobre las plantas, eso le gustó muchísimo y entonces encontró la respuesta sobre cómo enfocar su carrera. En 2013, la entonces estudiante comenzó una investigación sobre el efecto de la música en las plantas, específicamente analizando el tema de la resonancia .“Cuando me hice consciente de qué era la resonancia, es decir, un fenómeno del sonido donde algo que vibra y que entra a la vibración de otro objeto se potencializa, entonces tuve clara mi investigación”.
Intervenir lechugas ¡Un éxito!
Con esto en mente, Cruz Cárdenas planteó su pregunta ¿Si yo supiera en qué frecuencia vibran las plantas y luego les pongo ese sonido, crecerán más rápido? A través de una primera investigación y con ayuda de la maestra Laura Chávez, su directora de tesis, y del ex rector Gilberto Herrera, quien apoyó brindando las instalaciones de un invernadero en uno de los campus de la universidad, es como la investigadora logró estudiar el efecto que tiene el sonido de las propias lechugas y ver si podían crecer más rápido.
El resultado fue sorprendente. Con el uso de diversos dispositivos buscó captar las frecuencias 24/7 por todo el tiempo de cosecha. Fueron alrededor de cuatro meses y luego con esta información de frecuencias realizó el análisis estadístico correspondiente, ahí se dio cuenta de qué frecuencias son las que más se repetían. “Las tomé e hice dos composiciones con un sonido muy analógico”.
Luego volvió a tomar lechugas, pero ahora intervenidas con el sonido generado de la primera investigación, el resultado fue que hubo lechugas en un menor tiempo, comparado con el tiempo que documentalmente crece una lechuga y la evidencia empírica.
Pero el trabajo no quedó ahí, Cruz Cárdenas decidió que todos esos equipos que se utilizaron para la investigación se podrían sintetizar en un pequeño aparato denominado Madi, lo que generó el proyecto de Madis Agromusic.
Madis, entonces, es un transductor de conductividad eléctrica a MIDI, esto porque este tipo de señal permite ponerle una voz virtual, ya sea el sonido de un sintetizador, de algún piano, guitarra o cualquier instrumento virtual. Tener el dispositivo tardó alrededor de dos años y poco a poco se fue perfeccionando.
El campo podría verse beneficiado con la música
En esta parte más exacta y de experimentación, uno de los objetivos de la investigadora es poder llevar este dispositivo al campo mexicano. “Quiero que mis investigaciones en algún momento lleguen a formar parte de la agricultura de este país, para que podamos impactar de manera positiva la producción agrícola y afrontar el problema de alimentación que se viene en los próximos años por el exceso de población, falta de cultivos y de agua”.
Aunque todavía falta mucho trabajo por hacer, incluyendo derribar el escepticismo de los colegas, ella asegura que es algo que podrá aportar al campo. A la fecha ella sigue dedicando su tiempo a este proyecto, pues estudia el doctorado en ingeniería en biosistemas de la Facultad Autónoma de Querétaro y trabaja con sonidos para mejorar la producción agrícola en jitomate.
La especialista concluye que siempre será importante tener puntos de vista desde diferentes perspectivas, porque esto da diferentes preguntas que normalmente no nos haríamos si estamos en una sola área “la diversidad te ayuda a ser más creativo en tus interrogatorios, así también se logran soluciones pensadas desde la interdisciplinariedad (...) Si más músicos nos animáramos a salir de nuestra burbuja, podríamos brindar muchísimo más conocimiento e investigaciones”.
Conciertos y música
Como parte de este proyecto, la queretana ofrece conciertos, desarrolla meditaciones guiadas y este julio publicó su primer álbum de melodías vegetales titulado Entre Flores. “Sobre todo porque a la hora de vivirlo cambia totalmente la perspectiva de las plantas, son seres vivos, pero no les prestamos realmente atención, lo que quiero es que la gente pueda abrir la mente y el sonido es una forma”.
En colaboración con la Secretaría de Extensión y Cultura Universitaria de la Máxima Casa de Estudios queretana, la doctorante se encuentra también desarrollando un jardín musical en las áreas verdes laterales al edificio de Rectoría.
En el siguiente enlace se puede escuchar el primer álbum de música vegetal desarrollado por la universitaria: