60% de los nuevos restaurantes del país son fundados por mujeres

La industria restaurantera mexicana es un escenario donde el emprendimiento femenino está marcando tendencia. Actualmente, seis de cada 10 nuevos restaurantes en el país son fundados por mujeres, una estadística destacada por Ignacio Alarcón, presidente nacional de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (CANIRAC). 

Esta cifra refleja un cambio significativo en la dinámica empresarial de un sector que genera 3.8 millones de empleos, cuenta con 680 mil establecimientos formales a nivel nacional y representa el 3.2% del PIB nacional y el 13.4% del PIB del sector turístico.

La fuerza laboral femenina en el sector

Las barreras para la participación laboral femenina están cediendo, y las mujeres tienen cada vez mayor presencia en varias actividades económicas del país. La industria restaurantera no es la excepción: 55.8% de las personas que trabajan en este sector son mujeres, según un informe elaborado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) y la CANIRAC. Este dato subraya la importancia del trabajo femenino en la operación diaria de los restaurantes, desde las áreas de servicio y cocina hasta la administración.

El auge del emprendimiento femenino en la industria restaurantera se debe a varias razones. Por un lado, las mujeres han encontrado en este sector una oportunidad accesible para iniciar negocios con inversiones relativamente bajas, dependiendo del tamaño y ubicación del establecimiento. “Abrir un restaurante no necesariamente requiere de grandes sumas de dinero, lo que facilita el acceso al autoempleo y a la creación de nuevos conceptos gastronómicos”, explica Alarcón. Además, el sector ofrece un espacio fértil para la creatividad y la innovación, características que muchas emprendedoras han aprovechado para diferenciarse en un mercado competitivo.

Barreras financieras y acceso a crédito

A pesar de este crecimiento, las mujeres emprendedoras aún enfrentan barreras significativas, especialmente en términos de acceso al crédito. Aunque las instituciones financieras han comenzado a reconocer el potencial del emprendimiento femenino, muchas mujeres continúan lidiando con limitaciones para obtener financiamiento a tasas competitivas. Estas barreras a menudo las obligan a recurrir a redes familiares o personales para obtener los fondos iniciales necesarios, lo que puede limitar el crecimiento y la expansión de sus negocios.

Sin embargo, iniciativas recientes de apoyo financiero y programas de capacitación están comenzando a cambiar este panorama. “Es fundamental que las emprendedoras tengan más acceso a recursos y formación empresarial para que puedan superar las barreras y contribuir aún más a la economía”, subraya Alarcón. El respaldo institucional y la inversión en programas de mentoría son esenciales para mantener y fomentar el crecimiento de esta tendencia.