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Día de la Galleta: su historia y la mejor receta de galletas de jengibre
El Día de la Galleta es la ocasión perfecta para adentrarse en la rica historia de este dulce que ha acompañado a la humanidad desde la antigüedad. Desde los primeros panes endulzados con miel hasta las galletas de jengibre
El 4 de diciembre celebramos el Día de la Galleta, una fecha dedicada a uno de los dulces más queridos en todo el mundo. Desde sus orígenes ancestrales hasta convertirse en un elemento imprescindible en nuestras mesas, especialmente durante la Navidad, las galletas han endulzado generaciones. Descubre a continuación la fascinante historia de la galleta y aprende a preparar la mejor receta de galletas de jengibre navideñas para compartir en estas fiestas.
Las galletas tienen sus raíces en civilizaciones como la egipcia y la romana que elaboraban panes endulzados con miel que podrían considerarse los predecesores de las galletas modernas. Los romanos, por ejemplo, preparaban el "bis coctus" (cocido dos veces), que es el origen de la palabra "biscuit".
Durante la Edad Media, las galletas se convirtieron en un alimento esencial para marineros y viajeros debido a su larga conservación. Las "galletas de barco" eran duraderas y proporcionaban energía en largos trayectos. La introducción de especias de Oriente enriqueció sus sabores y variedades.
El siglo XIX marcó un hito con la Revolución Industrial, permitiendo la producción masiva de galletas. Surgieron marcas reconocidas y las galletas se democratizaron, llegando a todos los hogares y convirtiéndose en un símbolo de celebración. Hoy, las galletas son protagonistas en festividades alrededor del mundo. En Navidad, las galletas de jengibre destacan por su sabor y por ser una actividad familiar al decorarlas juntos.
Ingredientes:
- 350 g de harina de trigo
- 125 g de mantequilla sin sal
- 100 g de azúcar moreno
- 1 huevo grande
- 150 g de melaza o miel de caña
- 2 cucharaditas de jengibre molido
- 1 cucharadita de canela en polvo
- 1/2 cucharadita de nuez moscada
- 1/2 cucharadita de clavo molido
- 1 cucharadita de bicarbonato de sodio
- Una pizca de sal
Procedimiento:
- Tamiza los ingredientes secos: En un bol grande, tamiza la harina, el jengibre, la canela, la nuez moscada, el clavo, el bicarbonato y la sal. Esto garantizará una mezcla homogénea y sin grumos.
- Mezcla la mantequilla y el azúcar: En otro recipiente, bate la mantequilla con el azúcar moreno hasta obtener una crema suave y esponjosa.
- Incorpora el huevo y la melaza: Añade el huevo y la melaza a la mezcla de mantequilla y azúcar. Bate hasta que todos los ingredientes estén bien integrados.
- Une los ingredientes secos y húmedos: Agrega gradualmente la mezcla de harina al recipiente con los ingredientes húmedos. Mezcla hasta formar una masa consistente y sin pegotes.
- Refrigera la masa: Envuelve la masa en papel film y déjala reposar en el refrigerador durante al menos 2 horas. Esto facilitará el manejo al momento de cortar las galletas.
- Precalienta el horno: Antes de sacar la masa, precalienta el horno a 180°C y prepara una bandeja con papel de hornear.
- Corta las galletas: Estira la masa sobre una superficie enharinada hasta alcanzar un grosor de 0.5 cm. Utiliza cortadores con motivos navideños para dar forma a tus galletas.
- Hornea: Coloca las galletas en la bandeja, dejando espacio entre ellas. Hornea durante 10-12 minutos o hasta que los bordes estén ligeramente dorados.
- Decora a tu gusto: Una vez frías, puedes decorarlas con glaseado real, chocolate derretido o espolvorearlas con azúcar glas.
Consejos para unas galletas perfectas
- Consistencia de la masa: si la masa está muy pegajosa, añade un poco más de harina. Si está muy seca, incorpora una cucharada de leche.
- Decoración creativa: involucra a los más pequeños en la decoración. Utiliza colorantes naturales y diferentes toppings para personalizar tus galletas.
- Conservación: guarda las galletas en un recipiente hermético para mantener su frescura durante más tiempo.