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¿Ángel o demonio?

Hoy vive un gran momento, pero no siempre fue así.

Primera entrada. En la primera y tercera base aguardan jugadores de Dodgers, el turno al bat es de Adrián González, en el encuentro entre Los Ángeles y Marlins. Suena El mariachi loco y mientras se coloca en su lugar, enfrente tiene al pitcher Josh Johnson, quien lanza la segunda bola al mexicano. Adrián la manda a las gradas del jardín derecho y la pizarra marca 4-1.

Aquella tarde del 25 de agosto del 2012 el conjunto de Don Mattingly ganó 8-2. González se convirtió en el sexto beisbolista que, con la franela de los Dodgers, registra un cuadrangular en su debut, además de impulsar tres carreras, de las 238 que ha producido con Los Ángeles.

Antes de ese debut, Adrián fue cuestionado sobre su salida de Boston Red Sox, novena con la que negoció un contrato por 161 millones de dólares y ocho temporadas, situación que lo colocó como el deportista mexicano mejor pagado –con un salario anual de 20 millones de billetes verdes-. Él sólo jugó 282 encuentros con Boston, durante el 2011 y parte del 2012.

Al seguir siendo el deportista mejor pagado, González dijo a Forbes que el dinero no es algo muy importante en la vida, es algo que te ayuda a vivir cómodo, pero también hay una responsabilidad en eso y una de mis mayores responsabilidades está en ayudar a la gente necesitada .

A su llegada a Red Sox declaró que estaba muy emocionado por iniciar esa nueva etapa y esperaba ganar muchos campeonatos, pero las cosas no fueron del todo bien. En una entrevista para Los Ángeles Times, González explicó que su reputación se había dañado con el traspaso de Boston a Los Ángeles.

Entre las causas del mal paso de la franquicia estaba Adrián González y las preguntas eran relacionadas sobre su tipo de liderazgo. Boston sumó tres temporadas consecutivas sin clasificar a playoffs: 2010, 2011, 2012, después logró ganar la octava corona y este año no clasificó.

Ante los cuestionamientos González dijo que estaba encantado de jugar en Boston y que nunca pensó en salir, asimismo, justificó que siempre fue la misma persona desde que llegó. Enfatizó que llegó ahí para impulsar carreras y lo hizo: registró 203.

Sin embargo, bleacherreport.com aludió que al mánager Bobby Valentine, quien dirigió a la novena en el 2012, le molestó que González fuera una persona franca e intensa durante la reunión entre jugadores y el dueño de Red Sox.

También se dijo que el beisbolista de 32 años no fue ese jugador que había destacado por su desempeño y puso excusas, y que no estuvo conforme con el alto perfil que debe llevar un jugador de Red Sox.

Otra realidad vivió con San Diego, donde estuvo del 2006 al 2010 y fue identificado como un líder y una persona trabajadora. Ahora, su entrenador Don Mattingly lo describe como un jugador que hace su trabajo sin aspavientos y no es alguien por quien suele preocuparse, ya que Adrián siempre está disponible. Esta temporada participó en 159 de 162 encuentros.

Al cuestionarlo en qué momento descansaba, la persona que ha sido convocado en cuatro ocasiones para el Juego de Estrellas y tiene tres guantes de oro contestó que está en la MLB para jugar beisbol y no para verlo. Por el momento, es campeón de carreras producidas con 116 y con 10 años de experiencia en el circuito.

yesme.cortes@eleconomista.mx

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