Argentina acelera un poco y destroza a Paraguay

Lionel Messi, Gonzalo Higuaín, y Ángel Di María aparecieron trotando hacia la mitad de la cancha intercambiando felicitaciones, abrazos y sonrisas al mismo tiempo que toda la defensiva paraguaya endurecía el rostro, intentando encontrar culpables del desastre en que terminó convertida su línea de seguridad, misma que fue fulminada por Argentina, Selección que se metió a la final de la Copa América de manera categórica tras imponerse 6-1 al cuadro dirigido por Ramón Díaz.

Tras la conclusión de la primera etapa, con el 2-1 parcial, parecía que la semifinal prometía un choque parejo para el complemento, pero nada de eso sucedió. Luego del primer tanto de Marcos Rojo, tras aprovechar una tibia reacción de Julio César Cáceres, y de la segunda diana de la albiceleste en los botines de Javier Pastore tras ser habilitado por Messi, parecía que el descuento conseguido por Lucas Barrios regresaría al compromiso a los guaraníes.

Pero no. Apenas a los dos minutos del complemento Paraguay comenzó a desmoronarse, a evidenciar que llegaron al duelo que definía al segundo finalista sin la fórmula adecuada para hacerle frentes a delanteros de talla mundial que se dieron un festín en su área.

Ángel Di María fue el encargado de festejar el tercero y cuarto tanto de los pamperos, primero al recibir servicio de Pastore, y después, al encontrar un rebote con la portería abierta, con previa jugada individual de Lio. A los 52 minutos la noche se había terminado de pintar de albiceleste.

Cuando parecía que era momento de olvidarse de la épica y pensar en ya no ser aún más exhibidos por una inspirada Argentina, los Paraguayos terminaron por entregarse, por regalar todavía más espacios y equivocarse una y otra vez en zona de seguridad, situación que los dirigidos por Gerardo Martino no desaprovecharon para redondear el marcador hasta alcanzar a la media docena de anotaciones.

El quinto tanto fue obra de Sergio Agüero, atacante que antes de irse de cambio apareció dentro del área para rematar de cabeza y dejar sin oportunidad a Justo Villar, guardameta paraguayo que tuvo que ingresar hasta el fondo de su meta por quinta ocasión para sacar la pelota que provocó que sus rivales organizaran una fiesta en la cancha.

Y si el arquero guaraní pensó que ahí terminaría su tormento estaba muy equivocado, porque aún hubo tiempo para que en la enésima jugada en la que faltó decisión a los zagueros rivales, Gonzalo Higuaín aprovechara los minutos que le dieron sobre la cancha para mandar un riflazo que se incrustó en las redes y redondeó el marcador en lo que lo único que faltó fue que Messi colaborara con algún tanto, a pesar de que tuvo al menos una opción clara frente a las redes, misma en la que decidió mal al querer hacer un recorte de más, apuesta que le provocó mantenerse con una sola anotación en la justa.

Con una gran noche de su aparato defensivo, Argentina, aprovechando el desastre en que terminó convertida la zaga paraguaya, se metió a la final de la Copa América, instancia en la que intentarán dejar al anfitrión con las manos vacías. (Con información de Carlos Herrera)