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CR7, el mejor jugador ¿es un ejemplo?
Cristiano derrotó a Messi y Neymar en la premiación de la FIFA, aunque los tres no han sido los más honorables y honestos con sus compromisos fiscales.
Diego Armando Maradona anunció a Cristiano Ronaldo como el ganador del premio The Best 2017 al mejor jugador del mundo. En una ceremonia elegante, en el London Palladium, ambas figuras del futbol mundial recibían el reconocimiento de la institución del futbol mundial, la FIFA, de los capitanes de selecciones nacionales, los técnicos, los medios de comunicación y los aficionados en todo el mundo, a través de la señal de televisión.
“El ídolo es algo más que un personaje determinado, en un rol social, tiene la función de asumir y gratificar aspiraciones colectivas”, explica Enrique Pichón Riviére en su obra Psicología de la vida cotidiana.
El futbolista portugués obtuvo su quinto reconocimiento mundial de manos del exjugador que, en opinión del defensa brasileño Dani Alvés, “no es un ejemplo para los niños”.
Maradona pasó por un proceso de abuso de sustancias prohibidas, dio positivo durante el Mundial de 1994 y una de sus jugadas más famosas tiene que ver con el gol que anotó con la mano izquierda.
¿Cuál es la autoridad social de los ídolos deportivos?
Cristiano Ronaldo ha estado en la élite deportiva desde el 2007, cuando recibió la primera nominación a mejor futbolista del mundo.
Sin embargo, en este año también recibió la acusación por el delito de fraude fiscal, debido a que no declaró los ingresos por derechos de imagen correspondientes a los años 2011, 2012, 2013 y 2014, por un total de 14.7 millones de euros.
Cristiano fue el último de los astros del futbol en caer en desgracia, sus compañeros en la terna para el premio The Best llevan un par de años cargando con acusaciones en el mismo sentido. Neymar, desde el 2012, debido a su fichaje con Barcelona, y Lionel Messi, a quien en el 2013 se le acusó, junto a su padre, de no cumplir con sus obligaciones fiscales.
“Cuanto mayor es la coincidencia entre las aspiraciones del sujeto-ídolo, más intensa es la adhesión que despierta. Si se llega a producir el más mínimo desajuste entre el rol adjudicado y el asumido, la idolatría muestra su reverso en una tremenda hostilidad”, añade el psicólogo argentino.
En términos teóricos, la animadversión sobre los tres personajes del futbol deberían representar un descontento social por las faltas cometidas. La suma total de los tres jugadores por sus deudas fiscales suman 24.3 millones de euros, cifra que ni siquiera se acerca a los ingresos anuales de alguno de ellos.
Para el sociólogo chileno Rodrigo Figueroa, existe una infantilización en la relación de la sociedad y los ídolos deportivos; es decir, algunas de sus faltas sociales se pueden explicar por la falta de educación, cultural, por provenir de estratos sociales bajos y porque su actividad los abstrae del control financiero de su carrera.
Los tres finalistas no han recibido el castigo social por el incumplimiento de sus responsabilidades. En el 2014, último año en el que se acusa a Cristiano Ronaldo de evasión, el portugués facturó 50 millones de euros; actualmente es el deportista con más ingresos del planeta y su fortuna en el 2017 creció a 93 millones de euros.
Lo mismo pasó con Messi y Neymar, con adeudos al fisco de 4.1 y 5.5 millones de euros, pero sus ingresos aumentaron 93 y 64% en los últimos cinco años, respectivamente. Ni patrocinadores, clubes, aficionados e instituciones deportivas castigaron las faltas que cometieron.
Los aficionados, explica Rodrigo Figueroa “necesitan modelos de identificación que recaen sobre los héroes de la cultura de masas, llamados a cumplir este rol de objeto idealizado. Así emergen figuras sustitutivas, que se erigen en personajes míticos, tanto en el ámbito del arte, la política, la ciencia, o el deporte”, señaló.