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Cilic, sonreír para ganar un Grand Slam

Mejoró su estado de ánimo, actitud, su técnica y ahora disfruta un año maravilloso después de ser sancionado por dopaje.

Charles Darwin escribió en el siglo XIX sobre la importancia de los gestos humanos, el autor de la teoría de la evolución sostenía que al realizar expresiones con el rostro aumentaba la intensidad de las emociones. Hace apenas un año, la Universidad de Aberdeen en Escocia concluyó en un estudio que la sonrisa -una de las tantas formas de gesticular- te hace más atractivo, aumenta tu creatividad, estimula tu buen humor, disminuye la violencia y la soledad. Y uno de los que han decidido hacerlo es Marin Cilic, un tenista de profesión que la ha pasado bastante mal, pero que ahora -dice- goza lo que hace.

No es sencillo sonreír, de eso sabe mucho Marin, como cuando en la primavera del año pasado recibió en casa un sobre rotulado con las siglas de la Federación Internacional de Tenis. Había dado positivo en un control antidopaje por niketamida (sustancia que estimula el sistema respiratorio) y fue sancionado. Aquellos meses, entre abril y octubre, no había muchos motivos para pintar en el rostro esa curvatura hacia arriba en los labios que te hace mirar feliz. Ver que la gente pensaba que era un tramposo fue duro , recordó Cilic.

Pero eso sucedería después, porque antes, Marin miraba cómo la experiencia en el Abierto de Australia del 2010 era una casualidad. Aquella vez llegó a las semifinales del primer Grand Slam de la temporada y nunca más volvió a pisar esas instancias, hasta el US Open de este año. Gracias a mi entrenador disfruto más el tenis , dijo tras ganar su primer grande al vencer por triple 6-3 al japonés Kei Nishikori en la tercera final más rápida del torneo desde 1980 (una hora y 54 minutos).

El responsable de esas sonrisas que ha tirado en el US Open es en gran medida Goran Ivanisevic, quien hasta finales del mes de agosto había sido el único croata que había ganado un Grand Slam. Fue un tenista poderoso en su juego, el que más servicios ases ha conseguido en la historia del tenis; pues su calidad y personalidad se la ha transmitido a Cilic. La confianza que me hace ser feliz en la cancha , recordó Marin, de casi dos metros de estatura en febrero de este año.

Y entonces Ivanisevic le obligó y orilló a mejorar su juego. Un artículo publicado en el 2007 por la American Psychological Association concluía que sonreír es una de las formas más efectivas para reducir el estrés que causan distintas situaciones. Incluso una sonrisa forzada, cuando no tenemos ganas, es suficiente para mejorar el ánimo ligeramente y así, de a poco, Cilic empezó a recuperar la confianza mientras los meses de la sanción por dopaje corrían y tras el regreso sus números mejoraron sustancialmente.

Tras la sanción pasó del lugar 12 del mundo al 47 y para cuando se publique el próximo ranking de la ATP será noveno, su mejor puesto en su trayectoria. Además, ahora mismo es uno de los cuatro tenistas que más servicios ases conecta entre los más de 500 tenistas de la gira profesional, este año ya tiene 658 golpes perfectos.

Su estado de ánimo en la cancha y el creciente aumento en su técnica de juego le han redituado a Cilic que tiene en el 2014 su mejor año como profesional, no sólo por el US Open que logró (que eso propiamente ya lo hace el mejor), sino porque ha sido la temporada donde más títulos ha logrado (ya suma tres).

La capacidad que ha adquirido Cilic desde la llegada de Goran Ivanisevic le ha permitido explotar sus capacidades en el estadio Arthur Ashe, donde ha eliminado a Roger Federer y a Nishikori en un torneo donde únicamente perdió dos sets y desde cuartos de final ninguno.

Marin, quien ahora decide tirar unas cuantas sonrisas de vez en cuando en sus partidos, tiene varias asignaturas pendientes ahora como un tenista top 10: demostrarse que esta vez no es una casualidad su evolución (como ocurrió en Australia 2010) y mejorar sus registros ante los cuatro grandes (Murray, Djokovic, Nadal y Federer), con quienes tiene una marca de 4-23.

La actitud de Cilic comprueba que esos estudios de la sonrisa tienen algunos puntos a su favor (en palabras de él): ha cambiado su actitud, disfruta mucho más el juego, tiene confianza, mejora sus cifras. Y eso lo ha notado el mundo, cuando ve a un tipo de dos metros alargar sus labios hacia arriba. El torneo de Flushing Meadows le pertenece.

Un dominio completo del croata

El tenista croata Marin Cilic derrotó al japonés Kei Nishikori por 6-3, 6-3 y 6-3 en la final del Abierto de Estados Unidos, para ganar el primer título del Grand Slam de su carrera.

El potente sacador croata, preclasificado 14, se impuso en una hora y 54 minutos de juego para impedir que su contrincante se convirtiera en el primer tenista asiático en ganar un torneo del Grand Slam.

Cilic dominó a Nishikori con el saque, conectando 17 aces contra dos de su rival y conquistando el 80 por ciento de los puntos jugados con su primer servicio. Además, sumó 38 tiros ganadores contra 19 del jugador japonés.

Esta final fue la primera definición de un Grand Slam desde el Abierto de Australia del 2005 en la que no aparecen el serbio Novak Djokovic, el suizo Roger Federer o el español Rafael Nadal.

ivan.perez@eleconomista.mx

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