El Azteca no se quedó en soledad gracias a las cortesías

La afición mexicana tuvo una respuesta similar al paso de la Selección de futbol en la eliminatoria rumbo a Brasil 2014: de mediana calidad. El tercer partido en casa frente a Costa Rica no tuvo la respuesta que los dos primeros duelos en el Estadio Azteca y sólo el apoyo de todos los patrocinadores de la Selección Mexicana y los 20 medios de comunicación que regalaron boletos a la afición fueron los que maquillaron el aspecto de las gradas del Azteca.

Ayer, en el coloso de Santa Úrsula, tres de cada 10 aficionados obtuvieron sus boletos mediante promociones o regalos que los 14 sponsors de El Tri otorgaron directamente a los seguidores, además de los 20 medios de comunicación que también repartieron entradas para el juego del Tricolor.

Los obsequios de los patrocinadores empezaron desde la semana anterior, a través de las redes sociales, principalmente, o en los sitios oficiales de las marcas que respaldan a la Selección de futbol. Los sponsors regalaban desde cinco hasta 15 boletos por promoción.

Un sondeo realizado por El Economista arrojó que de cada 10 aficionados consultados, tres obtuvieron sus boletos mediante promociones en los medios de comunicación o a través de los patrocinadores de la Selección Mexicana.

Dos horas antes del silbatazo inicial, en la puerta de la explana principal del recinto no había complicación para entrar. En esta ocasión, las filas no eran mayores a 10 metros, las personas formadas para pasar el torniquete de entrada y la revisión apenas alcanzaban 50, como cantidad máxima, mientras que en algunas sólo cinco aficionados esperaban para pasar el primer punto de revisión.

El tiempo no era dificultad, un aficionado tardaba, en promedio, 3 minutos entre que esperaba pasar la revisión del boleto, la policía y hasta llegar a la explanada del estadio.

A falta de 30 minutos para el inicio del partido, la afición mexicana no ocupaba ni la cuarta parte del inmueble. Eran los costarricenses los que ya ocupaban toda una franja de las gradas, desde la parte más alta hasta la primera fila que tiene frontera con el terreno de juego.

En total fueron 20 camiones que transportaron a un grupo de aficionados de Costa Rica, algunos más llegaron por otras vías, y en todo momento hicieron sentir su presencia con gritos de ánimo hacia su equipo.

Y es que por los dos primeros partidos de la eliminatoria de México en casa, el promedio de asistencia en el Estadio Azteca alcanzaba 64,000 aficionados, es decir, 60% de la capacidad del inmueble.

En el inicio del camino a Brasil 2014 contra Jamaica, el coloso de Santa Úrsula lució a 40% de capacidad, 43,000 aficionados, y para el duelo ante Estados Unidos, la mejor entrada, fueron 85,000 aficionados los que presenciaron el segundo empate sin goles en la eliminatoria.

eduardo.hernandez@eleconomista.mx

rgs